Mucho por aportar

jordidedalmasesJordi de Dalmases, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona.

"Tenemos mucho que ofrecer, entre otras cosas porque configuramos la red asistencial más extensa y cercana al ciudadano, una red que además está conectada gracias a la implantación de la receta electrónica"

Todos hemos experimentado alguna vez la extrañeza que se siente cuando te despiertas en un sitio nuevo justo antes de tomar la conciencia suficiente como para recordar por qué estás allí. Por un instante sólo sabes que ha cambiado el escenario y el desconcierto provoca que te cueste reaccionar. Algo así nos ha ocurrido en la farmacia. En el mundo farmacéutico, la universalización de la sanidad pública ha ido introduciendo cambios progresivos para hacer económicamente viables las más altas expectativas marcadas para la salud y la sanidad de nuestros ciudadanos. Sistemas de precios de referencia, políticas de genéricos, dirección por objetivos también aplicados a la prescripción de fármacos y un largo etcétera de medidas utilizadas en todos los países del mundo desarrollado.

A estas medidas introducidas en la última década se une la crisis económica, que en nuestro caso ha provocado que además tuviéramos que incluir entre nuestras preocupaciones prioritarias algo tan básico como cobrar por nuestro trabajo. Pero incluso cuando todo esto haya ocurrido, incluso cuando recuperemos la rutina del cobro mensual sin necesidad de luchar por ello, comprobaremos que nuestro entorno no es lo mismo que cuando nos venció el sueño. De hecho, lo sabemos ya, no estamos en el mismo sitio y hay que despertar.

Una de las primeras preocupaciones por abordar será la sostenibilidad económica de nuestra actividad. En España el precio medio de la receta ha caído más de un 20% en los últimos tres años, acompañado de una caída del número de recetas prescritas en torno al 10%. Ante esta realidad es imprescindible reabrir los debates que iniciamos en tiempos de menor urgencia en torno a los modelos de retribución. Si los farmacéuticos queremos seguir teniendo un rol sanitario en el nuevo escenario debemos plantearnos cuál será el entorno económico que nos permitirá desarrollar nuestra profesión.

Una de las opciones contempladas es ligar la remuneración de forma mixta al coste del fármaco para sostener el circuito económico que transcurre en nuestras farmacias y, por otra parte, sufragando la gestión del conocimiento que supone la dispensación. Estos sistemas mixtos se están probando en todo nuestro entorno, por lo que pronto tendremos resultados para el análisis.

Pero, más allá del contexto económico, nuestra profesión debe abordar un nuevo cambio de ciclo. En términos de sanidad pública, hace unos años la preocupación primordial era tener una respuesta para las crisis agudas: un ictus, un edema, un infarto de miocardio…; ahora algunas de las palabras más repetidas en el debate son cronicidad y polimedicación. El foco está puesto en la prevención, en la promoción de la salud y en la asistencia a la cronicidad y PRM que origina la polimedicación. Y en estos tres ámbitos tenemos mucho que ofrecer, entre otras cosas porque configuramos la red asistencial más extensa y cercana al ciudadano, una red que además está conectada gracias a la implantación de la receta electrónica y que configurará una estructura de alta utilidad y eficiencia que deberemos rentabilizar desde el punto de vista sanitario y económico.

Tenemos ya claros ejemplos de éxito en las oportunidades que la sanidad y la salud pública nos ofrecerán: es el caso de programas como el de detección precoz del cáncer de colon o el del seguimiento farmacoterapéutico a crónicos y polimedicados que se están llevando a cabo desde las farmacias catalanas. Éstas y otras iniciativas desarrolladas en el resto de España han demostrado ser útiles para los pacientes y coste-efectivas por el SNS y son una muestra de nuestra inquietud como colectivo de formar parte del nuevo marco que se visualiza.

Para aquellos que nos encontramos asumiendo responsabilidades en la profesión, es importante encontrar la combinación idónea de las tres líneas de actuación marcadas -la sostenibilidad económica, los nuevos roles y nuestra fuerza como red asistencial-, para dejar a los futuros farmacéuticos un entorno de ejercicio que se siga basando en un modelo planificado y pensado para responder a la necesidades de la sociedad y que permita la independencia como hasta ahora, garantizando que lo que prevalece en nuestras farmacias es siempre el criterio profesional.

 

[Artículo publicado en Correo Farmacéutico, sección TRIBUNA (Semana 10-16 marzo de 2014)]

1 comentario en “Molt per aportar”

  1. Quitamos años escuchando palabras similares, nos quieren hacer creer que se hacen cosas…… pero ¿qué resultados se han obtenido?
    Que nos pagan 1 euro por el cribaje Colonorectal creo que es ofensivo.
    Que no sean capaces de marcar honorarios profesionales mínimos por servicios, como el resto de colectivos (abogados, arquitectos, ingenieros….)
    No se, MENOS palabras y MAS resultados. Gracias

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