Gema Garrigós en un moment de la seva exposició sobre la perforació del lòbul de l'orella.

¿Qué debemos tener presente en la perforación del lóbulo de la oreja? Vilanova y la Geltrú acogió esta formación del COFB

El pasado 9 de diciembre, el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB) organizó la formación "La perforación del lóbulo de la oreja", con el patrocinio de DELGADO. La sesión, que tuvo lugar de forma presencial a Vilanova y la Geltrú, corrió a cargo de Gema Garrigós, farmacéutica y bioquímica y responsable de negocio de PRIM. La formación fue coordinada por Marta Alcalde, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COFB y se dirigió a farmacéuticos/cas de farmacia comunitaria, técnicos/as y auxiliares en farmacia y parafarmacia.

Gema Garrigós en un moment de la seva exposició sobre la perforació del lòbul de l'orella.
Gema Garrigós en un momento de su exposición sobre la perforación del lóbulo de la oreja.

Los objetivos de la formación fueron saber cómo hacer una perforación del lóbulo de la oreja y cómo aplicar las medidas higiénicas y sanitarias posteriores para prevenir riesgos tanto del paciente como del personal que la realiza; entender las cuidados posteriores a hacer para prevenir reacciones adversas; y identificar los posibles riesgos asociados que tiene el paciente.

Diferencias entre piercing y perforación del lóbulo de la oreja

Para empezar la formación, Garrigós explicó que "la perforación del lóbulo de la oreja es un fenómeno dinámico y socialmente aceptado". Así pues, aseguró que es una de las "tendencias del momento y que no tiene edad". Según las estimaciones, "entre el 50% y el 90% de la población tiene una o más perforaciones".

La farmacéutica va definir qué es un “piercing” por diferenciarlo de la perforación del lóbulo de la oreja. Así pues, según el Decreto 90/2008 del Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña, un piercing es un “procedimiento de decoración del cuerpo humano consistente en la perforación de cualquier parte del cuerpo, con el fin de tomar en la misma objetos de metal u otros materiales”. De esta definición, “queda excluida la perforación del lóbulo de la oreja que se realice con sistemas de clavado y abrochado de forma automática, con material estéril y desechable”, remarcó. De esta forma, en la farmacia comunitaria sólo queda circunscrita la perforación del lóbulo de la oreja, nunca en el cartílago. Garrigós también repasó las principales características del lóbulo de la oreja, que “se trata de una zona sin cartílago en su interior y es la zona más vascularizada (con mejor cicatrización)”.

Materiales y pasos para la perforación del lóbulo de la oreja

En cuanto a los materiales necesarios para la perforación, especificó que es necesario un instrumento de perforación, unos casetes estériles que contienen los pendientes que deben estar esterilizados para garantizar la seguridad, marcador de uso tópico y unas pendientes hipoalergénicos.

Antes de proceder a la perforación, la farmacéutica incidió en que es necesario informar al cliente sobre el procedimiento, las complicaciones y los cuidados posteriores y que es necesario que firmen un documento de autorización. Por proceder a la perforación, indicó tres pasos: limpiar el lóbulo de la oreja; marcar un punto en uno de los lóbulos en función del número de pendientes y mostrar al usuario para su aprobación; y perforar cargando el instrumento de perforación, la “pistola”, con el pendiente seleccionado, pulsando de forma sostenida la empuñadura.

Gema Garrigós durant la seva intervenció.
Gema Garrigós durante su intervención.

En caso de la perforación a bebés, Garrigós recomendó esperar hasta que el bebé tenga 3 o 4 meses para que la oreja esté bien formada y definida y realizar la perforación de la forma más rápida posible. Asimismo, recordó los diferentes perfiles de personas a las que hay que evitar perforar: personas con inmunidad reducida, embarazadas, pacientes con riesgo de cicatrización, personas con dermatitis, antecedentes de mala cicatrización o formación de queloides y con tratamientos anticoagulantes.

Cuidados posteriores

En relación con las cuidados posteriores a la perforación, aconsejó mantener los pendientes en la oreja durante seis semanas, cuidar la perforación tres veces al día manteniendo la zona limpia y aireada, entre otros cuidados. Sin embargo, recomendó no quitarse el pendiente durante los seis primeros meses, después de la cicatrización, limar la punta de los ejes de los pendientes y aflojar los pendientes si es necesario.

Por último, la farmacéutica mencionó las posibles complicaciones derivadas de la perforación como son las rasgaduras, la cicatriz hipertrófica o queloide, las reacciones alérgicas, las infecciones bacterianas o las hemorragias.

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