Vacunación contra la gripe y la COVID-19: El sistema sanitario no está aprovechando la fortaleza de la farmacia comunitaria para incrementar la cobertura vacunal de la población

Artículo de Marta Gento Senallé, vicetesorera del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB)

“Si se integra la farmacia en la estrategia de vacunación contra la gripe y la COVID-19, se convierte en una gran aliada del sistema sanitario para hacer realidad lo que ahora es un reto: incrementar la tasa de vacunación y dar un impulso a la inmunización individual y de grupo.”

El inicio del mes de enero en el ámbito sanitario ha estado marcado por una elevada incidencia de la transmisión de virus respiratorios, lo que ha generado una fuerte presión asistencial en los Centros de Atención Primaria (CAP), hospitales y servicios de urgencias. Durante la primera semana del año, la tasa de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) fue de 900 afectados por 100.000 habitantes y se registraron 70.961 casos, siendo los más frecuentes los virus de la gripe (38,2%), el rinovirus (15,5%), la COVID-19 (12,6%) y el Virus Respiratorio Sincicial (7,2%).

A esta situación se le suma que, según los datos compartidos por el Departament de Salut, la tasa de vacunación es la más baja de los últimos años. Por el momento, en el caso de la vacunación contra la gripe en mayores de 60 años ha sido del 46% y contra la COVID-19 del 40%. Indicadores que ponen de manifiesto que nos quedamos lejos de las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que marcó como objetivo conseguir o superar el 75% de coberturas de vacunación en personas mayores de 65 años, personal sanitario y sociosanitario durante la temporada 2023-2024.

En este contexto, es imprescindible que el sistema de salud aproveche todos los recursos que tiene a su alcance, y los farmacéuticos y farmacéuticas comunitarios, como profesionales sanitarios, somos uno de ellos. Las más de 3.200 farmacias repartidas en Cataluña convertimos en puntos de atención comunitarios estratégicos para llegar a población diana, especialmente en los colectivos de mayor riesgo: personas mayores de 60 años, enfermos crónicos, mujeres embarazadas, usuarios con inmunosupresión o cuidadores de personas de alto riesgo, entre otros.

Podríamos contribuir a mejorar la tasa de vacunación contra la gripe y la COVID-19 si hubiera una interconexión de datos entre los distintos agentes sanitarios y que, a través del sistema de receta electrónica, los farmacéuticos pudiéramos consultar si la persona está vacunada. En caso de que no lo estuviera, desde la farmacia podríamos incidir en la importancia de hacerlo y derivarla en el CAP para pedir cita. Esto es un proyecto que ya se ha llevado a cabo con éxito en Castilla y León y que ha puesto de manifiesto que el farmacéutico es un profesional sanitario clave para impactar positivamente en la población diana y que la cobertura de vacunación llegue a la marcada por la OMS. 

En Cataluña, la colaboración de las farmacias con el sistema sanitario ha sido clave en muchas ocasiones, y uno de los ejemplos más recientes que tenemos es la pandemia. Ante el aumento de la variante Òmicron, los farmacéuticos y farmacéuticas catalanes desarrollamos un papel muy activo en la realización de cribados poblacionales mediante tests de antígenos y la notificación de casos positivos de COVID-19. Gracias a estas actuaciones, se van evitar más de un millón de visitas a los CAP. Ésta sólo es una muestra de que los profesionales del ámbito farmacéutico estamos capacidades para asumir un papel activo en la campaña de vacunación.

La accesibilidad y proximidad con la población, la capilaridad en el territorio, elexperiencia en los medicamentos, la experiencia en la prestación de servicios asistenciales, el trabajo en red y, en definitiva, el compromiso con la salud de las personas, son sólo algunos de los rasgos que caracteriza la fortaleza de la profesión farmacéutica y nos sitúa como agentes de salud de referencia. Por todo ello, si se integra la farmacia en la estrategia de vacunación contra la gripe y la COVID-19, se convierte en una gran aliada del sistema sanitario para hacer realidad lo que ahora es un reto: incrementar la tasa de vacunación y dar un impulso a la inmunización individual y grupal.

Artículo originalmente publicado en el blog del Círculo de Salud el 22 de enero de 2024.

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