Junto con los regalos, lo que más caracterizan a las tradicionales fiestas navideñas son las grandes comidas en familia o con amigos. Esto explica que en esta época podamos engordar una media de tres kilos, y que tan sólo en dos noches, la de Navidad y Año Nuevo, ingerimos las mismas calorías que en una semana. Pero el aumento de peso no es el único efecto, también puede venir acompañado de consecuencias en el sistema digestivo (barriga hinchada, digestiones pesadas y gases), en el hígado (problemas por la ingesta de alcohol, grasas, proteínas, azúcares y medicamentos) y en el sistema circulatorio (cabeza pesada, piernas hinchadas o manchas en la piel por mala circulación).
Ante esta situación, ¿qué hacer para que las comidas sean toleradas y no supongan un perjuicio para nuestra salud?
En primer lugar, Anna Bach, vocal de Alimentación y Nutrición del Colegio, nos recomienda vigilar las raciones de las comidas y bebidas alcohólicas de los menús especiales. Es conveniente controlar las cantidades que se sirven, así como tener en cuenta que el alcohol debe beberse acompañando la comida, nunca en ayunas.
En segundo lugar, moderar las demás ingestas del mismo día o del día siguiente intentando compensar el exceso con menús más ligeros, en los que la verdura y la fruta deben estar bien representadas.
Por último, realizar actividad física, en poder ser asegurando 45 minutos de actividad física intensa para combatir el exceso.
Otros aspectos a tener en cuenta también son el uso de alimentos digestivos y depurativos, como la alcachofa y la piña; beber líquidos, entre 1,5 y 2 litros de agua al día; introducir complementos dietéticos si es necesario y adaptar las recetas para conseguir formas más ligeras, como disminuir azúcares, cocinar caldos desengrasados y sustituir la nata y las cremas por grasas tipo aceite de oliva o yogur.
María José Alonso, vocal de Plantas Medicinales y Homeopatía del COFB, nos comenta que son de utilidad las infusiones digestivas y carminativas. Anís verde, hinojo, cilantro o alcaravia son plantas que en infusión ayudan a eliminar los gases que la digestión de las comidas copiosas producen. La manzanilla, la menta y la hierba Luisa, por otra parte, facilitan las digestiones. Una combinación de plantas de ambos grupos, como manzanilla con anís verde, es perfecta para aliviar la digestión y, al mismo tiempo, evitar los gases. Por la noche, una infusión de azahar (melisa) propiciará una buena digestión y un descanso tranquilo.