La deshidratación es la pérdida de agua y cuando nuestro cuerpo no tiene toda el agua o los líquidos que necesitan no puede realizar las funciones que debe realizar de forma adecuada. Elagua es un componente imprescindible para la vida. Beber agua posibilita una buena hidratación corporal y asegura el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Esto es especialmente importante en algunas situaciones y edades.

En condiciones normales, nuestro organismo pierde agua constantemente, a través de la sudor, las lágrimas, la orina y las heces. En una persona sana, este agua se recupera bebiendo líquidos y comiendo alimentos que la contengan. Sin embargo, cuando hay una mayor pérdida de agua o si no reponemos la que perdemos a lo largo del día podemos sufrir deshidratación.
¿En qué casos aparece el riesgo de deshidratación?
La deshidratación aparece cuando perdamos más agua de la que ingerimos. Esta pérdida de agua se incrementa en ciertas situaciones.
- Cuando se sufre fiebre elevada, diarrea o vómitos. Si a la pérdida excesiva de líquidos le añadimos el insuficiente consumo de agua, es fácil que aparezca la deshidratación.
- Los niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia y las personas mayores de 60 años son especialmente susceptibles a sufrir deshidratación.
- Por pérdida hídrica a través del sudor en días calurosos, así como por la realización de ejercicio intenso.
- A veces la pueden causar medicamentos, como los diuréticos, que conllevan una mayor eliminación de líquidos y electrolitos del cuerpo.
Sea cual sea la causa que la provoca, la deshidratación debe tratarse lo antes posible y reponer los líquidos perdidos.
¿Cuáles son los síntomas?
- Siete
- Boca seca
- Micciones menos frecuentes
- Piel seca
- Aturdimiento
- Mareo
- Confusión y fatiga, entre otros
Prevención
No siempre existe un indicador precoz confiable de la necesidad de agua del organismo. Muchas personas, en especial las personas mayores, no sienten siete hasta que están deshidratadas. Por eso es importante adelantarse a la sed en todo momento, y proporcionar agua al organismo antes de que la solicite, sobre todo cuando se está trabajando, jugando, o haciendo ejercicio bajo el sol en días sofocos.
¿Cuál es el tratamiento?
La deshidratación se clasifica en leve, moderada o grave, en base al porcentaje de pérdida de peso corporal; la última necesita atención urgente en un centro sanitario, porque puede llegar a ser mortal.
- En la deshidratación leve, la aportación oral de líquidos puede ser tratamiento suficiente. Es mejor suministrarlo con frecuencia pequeñas cantidades de líquido, sobre todo en niños, en vez de forzar a beber una gran cantidad de líquido de golpe, porque esto puede causar más vómitos. Una vez conseguida la tolerancia, se puede ir incrementando el volumen que se administra de forma paulatina.
En ocasiones la ingesta de agua puede resultar insuficiente, ya que, además de agua, también perdemos electrolitos. Por eso existen las soluciones de rehidratación oral que permiten recuperar el agua y las sales y permiten al organismo recuperarse.
Consejos y recomendaciones
Es importante vigilar cuidadosamente a los enfermos, sobre todo bebés, niños o personas de edad avanzada.
En caso de sospecharse un proceso de deshidratación, es necesario buscar asistencia médica antes de que la persona desarrolle una deshidratación moderada o severa.
Incluso cuando la persona está bien de salud, debe consumir suficiente líquido todos los días, y más cuando el clima es cálido o se hace ejercicio.
Información basada en el contenido de la web de salud Farmaceuticonline:
- ¿Cuáles son los síntomas de la deshidratación? (Vía Farmaceuticonline)
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