El pasado 21 de abril tuvo lugar en Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB) la formación "La perforación del lóbulo de la oreja", patrocinado por Delgado. Marta Alcalde, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COFB fue la encargada de coordinar la sesión. La formación, repetida a causa de una alta demanda, tuvo un gran éxito acogiendo más de 300 inscritos. La ponente fue Gema Garrigós, farmacéutica y bioquímica y responsable de negocio de Delgado.

El objetivo de este taller fue profundizar en los puntos más relevantes que afectan a la perforación del lóbulo de la oreja en el ámbito de la oficina de farmacia. Durante la formación se abordaron aspectos como la aplicación de medidas higiénicas y sanitarias posteriores con el fin de prevenir riesgos, la realización de cuidados posteriores a realizar para evitar reacciones adversas, o cuestiones legales a tener en cuenta.
La perforación del lóbulo de la oreja
Garrigoso introdujo la sesión definiendo el concepto de piercing, mencionando las responsabilidades en la oficina de farmacia y explicando brevemente aspectos legislativos sobre la perforación. “Esta práctica queda circunscrita a la farmacia. Implica únicamente la perforación del lóbulo de la oreja, nunca del cartílago. La perforación debe realizarse mediante sistemas de clavado y sujeción de forma automática, con material estéril y desechable“, remarcó.
La farmacéutica y bioquímica puso de manifiesto que la perforación del lóbulo de la oreja es una de las tendencias del momento. Garrigoso la definió como "un fenómeno dinámico y socialmente aceptado que no tiene edad". La oreja es un territorio abierto a la estética y en la autoexpresión que permite crear una identidad propia. Se estima que entre el 50% y el 90% de la población tiene una o más perforaciones en cualquiera de sus formas.

A continuación, la ponente habló sobre la anatomía y la fisiología del pabellón auricular, el lóbulo de la oreja y los tipos de piercing más comunes en la oreja. En cuanto a la perforación del lóbulo de la oreja, haciendo mención también a los materiales, la preparación y el procedimiento.
Para la preparación de la perforación es primordial, en primer lugar, informar al cliente sobre el procedimiento, las posibles complicaciones, y los cuidados posteriores, firmando la autorización pertinente. Garrigós recordó que “el procedimiento consta de 3 sencillos pasos: limpiar, marcar y perforar” y que “hay que estudiar el modelo y el metal del pendiente escogido por el cliente, sentarse al cliente en un lugar cómodo, preparar los materiales necesarios y comprobar el lóbulo de la oreja donde se llevará a cabo la perforación para buscar alguna cicatriz o queloide”.
Los principales materiales que se utilizan en la perforación son el instrumento de perforación, los casetes estériles, el marcador de uso tópico, y los pendientes hipoalergénicos, las cuales deben ser dermatológicamente compatibles de acuerdo con las directivas del níquel y deben realizar una perforación segura, suave e higiénica.
Medidas higiénicas, cuidados y complicaciones
Garrigoso insistió en la importancia de dar instrucciones verbales al cliente sobre las cuidados a seguir después de la perforación a fin de que la cicatrización sea lo más rápida posible y sin complicaciones. Es necesario entregar al cliente el hoja de cuidados posteriores a la perforación. Mantener los pendientes en la oreja durante 6 semanas y cuidar la perforación 3 veces al día manteniendo la zona limpia y aireada son, entre otras, los principales cuidados a llevar a cabo.
No todas las personas pueden perforarse el lóbulo
Hay que evitar realizar perforaciones en:
- Personas con inmunidad reducida.
- Embarazadas.
- Pacientes con riesgo de cicatrización patológica.
- Personas con dermatitis infecciosas activas.
- Pacientes con antecedentes de mala cicatrización o formación de queloides.
- Pacientes en tratamiento con anticoagulantes.
Advirtió que no seguir adecuadamente las pautas higiénicas y sanitarias, las tirones, y los golpes que pueden reabrir la herida producen la mayor parte de las complicaciones después de la perforación. En este sentido, indicó que pueden aparecer infecciones bacterianas, reacciones alérgicas, hemorragias, esguinces, cicatrices hipertróficas o queloides.
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