Qué importancia tiene la microbiota intestinal? ¿Cómo influye en nuestra salud? ¿Qué papel juega en el síndrome del intestino irritable (SII)? La respuesta a estas y otras cuestiones se dio el pasado 18 de octubre en el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, en la conferencia "Microbiota intestinal, mucho más influyente de lo que creemos" impartida por Dr. Fermín Mearin, jefe del servicio del aparato digestivo del Centro Médico Teknon de Barcelona. A lo largo de la sesión -moderada por Anna Bach, vocal de Alimentación y Nutrición del COFB- se profundizó en la influencia de la microbiota en relación a uno de los trastornos funcionales digestivos más frecuentes y que es poco conocido: la síndrome del intestino irritable.

Balance y diversidad de la microbiota intestinal
El dr. Fermín Mearin se refirió en su intervención a dos conceptos relacionados con la microbiota intestinal: el balance y la diversidad. Asimismo, abordó la composición y la función de la microbiota intestinal humana, su evolución a lo largo de la vida y algunos ejemplos de flora bacteriana buena y mala.
Microbiota y Sistema Nervioso Central (SNC)
El doctor puso ejemplos de investigaciones que tratan la relación de la microbiota con el Sistema Nervioso Central como una en la que el trasplante de microbiota fecal de pacientes con síndrome del intestino irritable alteraba el comportamiento de los ratones receptores u otra en la que el probiótico Bifidobacterium longum NCC3001 reducía los marcadores de depresión y alteraba elactividad del cerebro, en un estudio piloto realizado en pacientes con la síndrome del intestino irritable (SII).

Síndrome del intestino irritable (SII)
Seguidamente, Fermín Mearin se centró en describir la síndrome del intestino irritable (SII), definida como un grupo de manifestaciones clínicas que se presentan juntas y caracterizada por dolor y hinchazón abdominal y por la alteración de los hábitos de defecación (que puede ir desde el estreñimiento hasta la diarrea).
Algunos de los criterios para su diagnóstico son dolor abdominal recurrente (más de un día por semana en los últimos tres meses) y presentar dos o más de los siguientes criterios: relación con la defecación, asociación con un cambio de frecuencia en las deposiciones o asociación a un cambio en la forma (apariencia) de las deposiciones. Se cree que la SII es un trastorno de la interacción entre el cerebro y el trato gastrointestinal y que algunos alimentos pueden agravarla como los productos lácteos, los edulcorantes, los grasas y otras sustancias irritantes de la mucosa intestinal (café, alcohol, tabaco…).
Los probióticos
En la última parte del acto, el doctor habló de los probióticos, descritos por primera vez el año 1908 por el zoólogo ruso Metchnikoff, como aquellos “microorganismos vivos que administrados en cantidades adecuadas confieren un beneficio por la salud del huésped”. Además, también recogió algunas de las ventajas que nos proporcionan como que restauran la microbiota, incrementan la inmunidad del huésped, disminuyen las citocinas proinflamatorias y aumentan las citoquinas antiinflamatorias.
Beneficios de los probióticos en el tubo digestivo
El ponente expuso que los probióticos tienen un efecto antibacterias y antiviral en el tubo digestivo. Además, también tienen un efecto antiinflamatorio en la mucosa intestinal y producen cambios en el volumen y la composición de las heces o gases. También aumentan la secreción de moco.
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Otras publicaciones de interés:
- Ciencia y evidencia de los probióticos en la infancia (Marzo 2018)
- Tratamiento del síndrome del intestino irritable con probióticos (Julio 2017)