"La atención a la salud del profesional farmacéutico" fue el título del taller que el pasado jueves 1 de febrero se celebró en el COFB en el marco de la colaboración entre el Colegio y la Fundación Galatea.
Esta fundación tiene como propósitos principales velar por la salud y bienestar de todos los profesionales sanitarios y promover estilos de vida saludables entre este colectivo. De este modo, pretende garantizar una mejor calidad asistencial a los ciudadanos.
Prevenir el estrés laboral y el desgaste profesional
Los objetivos principales del taller fueron los siguientes:
- Proporcionar una herramienta que ayude a desarrollar una vivencia más satisfactoria del trabajo y en prevenir el estrés laboral y el desgaste profesional.
- Mejorar los recursos y las habilidades para conseguir un desarrollo profesional saludable.
- Ofrecer un espacio de aprendizaje, de debate y de reflexión en torno a los factores psicosociales implicados en el continuo de salud – enfermedad.

Además se abordaron aspectos como la información de resultados de los estudios de salud de los profesionales, los conceptos de estrés, salud y enfermedad, los factores de estrés, la identificación de habilidades específicas, etc.

La metodología del taller fue activa y participativa, ya que incorporó exposiciones conceptuales, reflexión y debate en grupos, ejercicios de simulación y análisis de casos.
Factores de riesgo psicosocial
Los farmacéuticos comunitarios y también otros profesionales sanitarios, por la naturaleza de su trabajo, son susceptibles de acumular unos niveles de estrés y desgaste emocional elevados. Todos ellos se enfrentan a factores de riesgo psicosocial (presión asistencial, necesidad de tomar decisiones que afectan a la vida de los pacientes, necesidad de estar actualizado constantemente, organizaciones complejas, equipos multidisciplinares…).
Estos factores, si no se gestionan adecuadamente, pueden provocar que muchos de ellos tengan síndromes de agotamiento físico y mental, estrés emocional, depresión así como de otros problemas psicológicos.
Aparte de eso, el compromiso personal y social inherente al trabajo de los profesionales de la salud es un estímulo que puede funcionar como fuente fundamental de satisfacción y bienestarpero cuando la complejidad del trabajo es muy alta, las exigencias excesivas y el equilibrio necesario entre el esfuerzo y la recompensa se rompe, este compromiso puede convertirse en un factor de riesgo para la salud de los profesionales, para la calidad de su trabajo y para la tarea de atender a los ciudadanos.
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