Seguimiento del paciente diabético tipo II en la farmacia comunitaria

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El doctor Pere Travé fue uno de los docentes del curso que acogió el COFB

Los datos de prevalencia de la diabetes en todo el mundo son muy elevados. La edad, la obesidad, la presencia de historia familiar, las etnias, el sedentarismo, un nivel socioeconómico bajo, la tolerancia a la glucosa alterada, la hipertensión arterial y la hiperlipemia son factores de riesgo que se asocian al desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2). Establecer un buen control y seguimiento del paciente diabético mejora la adherencia al tratamiento, el grado de cumplimiento de la terapia dietética o la resolución de los problemas que presenta en general el programa terapéutico, al tiempo que facilita el control glucometabólico, la reducción de la aparición de manifestaciones agudas y crónicas o atenúa el impacto si ya han aparecido.

Con el objetivo de formar y responsabilizar al farmacéutico en las tareas de prevención, seguimiento farmacoterapéutico y control del paciente con esta enfermedad, el COFB acogió en noviembre el curso “Seguimiento del paciente diabético tipo II”. La formación permitió establecer mecanismos de coordinación con los equipos de atención primaria; también dar a conocer las estrategias dietéticas que pueden ayudar al paciente diabético a conseguir cambios en los hábitos de alimentación y actividad física que logren mejorar el control metabólico, permitiendo que los farmacéuticos asistentes implementen estos servicios profesionales en la farmacia comunitaria. “Estos servicios se orientan a la prevención de la enfermedad, la detección de posibles pacientes de riesgo, la identificación de pacientes diabéticos mal controlados y el seguimiento farmacoterapéutico personalizado del paciente diabético para facilitarle la adherencia y la seguridad del tratamiento farmacológico para evitar la aparición de efectos adversos indeseables” explica Pere Travé, doctor en farmacia y diplomado en el Instituto Pasteur de Paris, especialista en análisis clínicos y bioquímico clínico, y uno de los docentes del curso.

La formación se llevó a cabo mediante el abordaje de hábitos higiénico-dietéticos que implican la implementación de programas de pérdida de peso y planes de ejercicio físico que conduzcan a disminuir el riesgo de la enfermedad. “Sin embargo, se han desarrollado herramientas para la detección precoz de la enfermedad, dado que se estima que por cada paciente diabético conocido, existe otro que lo desconoce y que su frecuencia aumenta significativamente con la edad, el exceso de peso y vida sedentaria” explica Travé, y para abordar el problema “se ha destinado un tiempo de aprendizaje para promover el cribado en la población susceptible de riesgo , según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad”.

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Asistentes al curso de seguimiento del paciente diabético tipo II

Por otra parte, y dado que el paciente diabético presenta un alto riesgo cardiovascular y que éste puede ser identificado en la farmacia, se llevaron a cabo ejercicios en el aula de cálculo del riesgo coronario según las tablas Regicor, adaptadas a la población catalana y con las tablas Score de riesgo cardiovascular, adaptadas a la población europea, para que los farmacéuticos asistentes adquirieran las competencias necesarias para llevar a cabo este servicio.

Dada la importancia de llevar un control desde la farmacia de los pacientes que padecen esta enfermedad -la diabetes es una de las principales causas de insuficiencia renal y los pacientes diabéticos requerirían un control farmacéutico de sus medicamentos a la vez que también es necesario tener presente las posibles complicaciones que esta enfermedad puede causarlo, se consideró de interés profundizar en los sistemas para la mejora del uso efectivo y seguro de los medicamentos que utilizan: “Concretamente, en el curso se trabajó el método de determinación de la función renal mediante el filtrado glomerular, accediendo a la página web de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) para entrenar el significado y uso de las fórmulas, así como la categorización de la enfermedad renal” matiza Travé. El seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes diabéticos en la farmacia es un servicio farmacéutico de elevada importancia, dado que estos pacientes necesitan un control periódico de su medicación para garantizar que se utilicen de forma segura en función de la pérdida de la funcionalidad renal.

Aparte del doctor Travé, el equipo docente estuvo formado por Mercè Mercadé, farmacéutica comunitaria y miembro del grupo de trabajo de atención farmacéutica del COFB, y Gemma Tribó, farmacéutica comunitaria, diploma en Alimentación y nutrición comunitaria de la Escuela Nacional de Sanidad, profesora asociada de estancias de prácticas tuteladas de la Facultad de Farmacia y profesora del master oficial de farmacia asistencial de la UB. La coordinación corrió a cargo de Mercè Barau, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio.

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