
Una farmacia más integrada en el sistema público de salud y la puesta en marcha de un grupo de trabajo formado por los representantes y los profesionales del sector para definir cómo desarrollar la farmacia comunitaria, son dos de los puntos a los que se insta al Gobierno en la resolución del Parlamento sobre la planificación y el desarrollo de la farmacia comunitaria.
Se trata de un texto debatido en la Comisión de Salud del pasado 2 de julio, a partir de una propuesta presentada por el Grupo Parlamentario de Ciutadans y con las enmiendas presentadas por CiU, PSC y ERC. La resolución recoge, además, algunos de los objetivos y funciones que debería perseguir este desarrollo, como por ejemplo, la disponibilidad y dispensación de un mayor número de medicamentos de uso hospitalario mediante la farmacia comunitaria; la prestación de servicio a residencias y al hogar de los pacientes -como ya se hace en algunos estados de la Unión Europea-; la gestión de la medicación a pacientes con regímenes de tratamiento complejos; cooperar con otros miembros del equipo asistencial para la detección y gestión de enfermedades crónicas; garantizar la continuidad de la atención farmacéutica durante la transición de los pacientes entre los centros de urgencias u hospitalarios y sus domicilios, o participar activamente en el desarrollo de programas de cribado como el del VIH o el del cáncer de colon y contribuir más a las estrategias de inmunización ya las campañas de vacunación, además de potenciar programas de vida saludable y control de factores de riesgo, entre otros.
Por otra parte, se recoge la necesidad de impulsar los cambios normativos y reglamentarios imprescindibles para posibilitar la consecución de los objetivos perseguidos, entre otros: la creación de una especialidad en farmacia comunitaria; implantar un sistema de acceso a las nuevas farmacias valorando aspectos como la experiencia y la formación en farmacia comunitaria; realizar un despliegue normativo que permita a los farmacéuticos asumir nuevas competencias y responsabilidades, el acceso a la información que sea necesaria de la historia clínica del paciente; desarrollar sistemas oficiales de comunicación entre profesionales sanitarios y de telefarmacia con los pacientes; y estudiar la posibilidad de implantar un modelo mixto de retribución de los profesionales, basado sobre todo en honorarios profesionales sobre actuaciones, antes que en márgenes sobre el producto.
En este enlace puede acceder al texto completo, dos páginas donde se recogen gran parte de las demandas que se vienen reivindicando desde hace mucho tiempo y por las que se ha estado trabajando tanto desde los colegios profesionales como desde las asociaciones y sociedades científicas.
Coincidimos en la necesidad de desarrollar una farmacia comunitaria más integrada, sostenible a largo plazo, en relación directa y fluida con el resto de profesionales sanitarios, y donde el profesional pueda crecer a partir de la gestión de su conocimiento y aportando mayor valor para el paciente y el sistema de salud.