Más allá de los usos estéticos de la toxina botulínica (Botox®), hace más de un siglo que se conocen los efectos inhibidores de los procesos de hiperexcitabilidad muscular, pero habrá que esperar hasta los años 90 para que se apruebe el primer producto terapéutico basado en la neurotoxina botulínica para uso médico. Las indicaciones terapéuticas de Botox® son diversas y abarcan diferentes campos de la medicina: trastornos neurológicos (espasticidad focal, blefarospasmo, espasmo hemifacial, distonía cervical y alivio de síntomas en adultos que presentan los criterios de migraña crónica), trastornos vesicales (bufeta hiperactiva idiopática, incontinencia urinaria en adultos) y en trastornos de la piel y órganos anexos (hiperhidrosis primaria de la axila).
Farmacéuticos de hospitales, de centros de atención primaria y de la administración sanitaria se dieron cita en el COFB para profundizar en el conocimiento de la toxina botulínica y sus indicaciones terapéuticas. “La sesión sirvió para revisar los diferentes usos clínicos de Botox®, en los veinte años que lleva en el mercado, y también para profundizar en sus indicaciones autorizadas: en la migraña crónica y la incontinencia urinaria” explica Tomàs Casasín, vocal de Hospitales del Colegio y coordinador del curso.
El Dr. Javier Pagonabarraga, neurólogo del Servicio de Neurología del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, dio una visión general de su historia y uso actual. Este mecanismo relajante, se ha aprovechado en la práctica clínica habitual desde los años 90 en diferentes patologías o sintomatología que requieren una relajación muscular inhibiendo las transmisiones neuronales. Por tanto, sus usos descritos en ficha técnica son la espasticidad focal, la parálisis facial, el blefarospasmo como trastornos neurológicos, vejiga hiperactiva idiopática, hiperactividad neurológica del músculo detrusor como trastornos urológicos e hiperhidrosis axilar en dermatología.
La Dra. Patricia Pozo, neuróloga experta en migrañas del Hospital Universitario Vall d'Hebron, explicó una de las últimas indicaciones de la toxina botulínica (Botox®) en el tratamiento de la migraña crónica y sus efectos beneficiosos.
Por último, el Dr. Carlos Errando, urólogo adjunto senior de la Unidad de Urología Funcional y Femenina de la Fundació Puigvert, profundizó en el tratamiento de la incontinencia urinaria y vejiga hiperactiva cuando los tratamientos habituales a base de medicamentos anticolinérgicos no han obtenido la respuesta adecuada o han experimentado efectos adversos .
El curso "20 años de Botox", actividad organizada conjuntamente con la Sociedad Catalana de Farmacia Clínica (SCFC) que contó con el patrocinio deAlergán, tuvo lugar el 11 de noviembre en el Colegio.
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