Más del 90% de los niños de entre 0 y 3 años consumen el doble de las proteínas necesarias. Éste es uno de los errores de la alimentación de los más pequeños, de la que se habló en la conferencia “¿Qué comen nuestros hijos? Consejos y recomendaciones para una buena alimentación en los primeros años de vida”, que acogió al COFB el pasado 3 de julio. La charla estuvo moderada por la vocal de Alimentación y Nutrición del Colegio, Anna Bach, quien explicó la importancia de la proximidad de la farmacia comunitaria en las familias y, sobre todo, en las madres.
El estudio Alsalma 2.0 ha permitido saber que la dieta de los más pequeños tiene un exceso de proteínas, sobre todo de las de origen animal (carne y lácteos), en el 96% de los niños de 7 a 12 meses, el 88% de los niños de 13 a 24 meses y el 97% de los niños de 25 a 36 meses. El proyecto también muestra que existe un consumo deficitario de hierro, vitamina D y yodo, así como un exceso de sodio.
El objetivo de Alsalma 2.0, realizado a partir de una muestra de 1.500 niños, es establecer cuál es la alimentación de los niños de entre 0 y 3 años de nuestra población, analizar y determinar sus déficits, e intentar proporcionar recomendaciones para corregirlos. Un desequilibrio de la alimentación a largo plazo puede conducir a la obesidad, muy prevalente en la infancia. Los factores que la condicionan, aparte de los más evidentes como el peso al nacer, la actividad física y los factores genéticos, son los hábitos alimenticios no saludables.
Así pues, lo primero que debemos saber para combatir la obesidad es por qué nuestros niños son obesos, puesto que la intervención precoz es lo que nos puede ayudar a mejorar la salud de nuestros futuros adultos.
¿Cuáles son las preguntas más frecuentes en los farmacéuticos?
Las preguntas más frecuentes, en relación con la alimentación de nuestros niños, son la introducción de los alimentos y la adaptación de la alimentación a requerimientos especiales (por ejemplo, dietas sin lactosa). De esto habló el encargado de la conferencia, Sergio Pinillos, sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del Hospital de San Juan de Dios de Barcelona, que remarcó que un déficit o exceso de alimentación en la alimentación de los más pequeños inciden evidentemente en su salud en la etapa adulta. Por eso es necesario saber qué comen y cómo comen nuestros hijos.
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