Hoy en día, estos tipos de tests los deben realizar los profesionales sanitarios en centros y establecimientos sanitarios de diagnóstico y, por tanto, las farmacias no están autorizadas a dispensarlos
Sin embargo, la experiencia en otros tipos de cribados, así como su proximidad y accesibilidad y la posibilidad de contar con un sistema de registro dentro del sistema de salud, fan de la red de farmacias comunitarias uno recurso sanitario idóneo para poder ofrecer este tipo de pruebas, tal y como ya trasladó el Consejo a la Administración en el mes de abril
Barcelona, 18 de septiembre de 2020. En relación con las diferentes informaciones aparecidas en los medios de comunicación sobre los test de antígenos por coronavirus, que proporcionan una detección más rápida y menos costosa de la infección por COVID-19, desde el Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña queremos recordar que :
Hasta la fecha, y de acuerdo con la información suministrada por las autoridades sanitarias competentes, los tests rápidos para el diagnóstico de la infección por COVID-19 existentes en el mercado del Estado español son considerados productos sanitarios para diagnóstico in vitro, es decir, no son "productos para autodiagnóstico" y, por tanto, deben realizarse por profesionales sanitarios en los centros y establecimientos sanitarios de diagnóstico, no pudiendo ser dispensados al público.
Los únicos test que las farmacias pueden dispensar actualmente a la población son los llamados “testes de autodiagnóstico”, aquellos destinados a ser utilizados por el ciudadano en su domicilio. Los tests de antígenos por coronavirus no son considerados como tales. De acuerdo con la normativa sanitaria vigente, la venta al público de los productos de autodiagnóstico se realiza únicamente desde las oficinas de farmacia y requieren prescripción médica para su dispensación en farmacias, salvo excepciones en los casos de los test de embarazo, glucosa y VIH.
Según la información proporcionada por la AEMPS, en estos momentos no existe ningún producto en el mercado español, dentro del marco legal, que se utilice para el autodiagnóstico de la COVID-19. Por tanto, no se pueden dispensar a los usuarios a través de la farmacia, ni por ningún otro canal, como puede ser Internet. En caso de que existiera algún producto, su dispensación debería precederse de prescripción.
Conscientes de que la realización de pruebas que permitan confirmar la presencia del virus SARS-CoV-2 es imprescindible para determinar la implementación de medidas efectivas y precisas por detener su propagación, como ya trasladó el Consejo (CCFC) a la Administración desde el mes de abril, la red de farmacias comunitarias podría ser un recurso sanitario en el cribado poblacional mediante el uso de pruebas diagnósticas rápidas. Al mismo tiempo, podrían permitir conocer el grado de inmunización de la población en general o bien de determinados grupos poblacionales que requieran un mayor seguimiento.
Entendemos que la farmacia comunitaria, como recurso más cercano y accesible al ciudadano, así como su experiencia en otros tipos de cribado (por ej. VIH, detección precoz de cáncer de colon y recto, determinación de parámetros en química seca) y la posibilidad de contar con un sistema de registro dentro del sistema de salud, sitúan el farmacéutico comunitario en una posición idónea para poder ofrecer este tipo de pruebas, siempre siguiendo el protocolo de actuación que se defina.
Hoy en día, este tipo de test los deben realizar los profesionales sanitarios en centros y establecimientos sanitarios de diagnóstico y, por tanto, las farmacias no están autorizadas a dispensarlos
Sin embargo, la experiencia en otros tipos de cribados, así como su proximidad y accesibilidad y la posibilidad de contar con un sistema de registro dentro del sistema de salud, hacen de la red de farmacias comunitarias un recurso sanitario idóneo para poder ofrecer este tipo de pruebas, tal y como ya trasladó el Consejo a la Administración en el mes de abril
Barcelona, 18 de septiembre de 2020. En relación con las diferentes informaciones aparecidas en los medios de comunicación sobre los test de antígenos por coronavirus, que proporcionan una detección más rápida y menos costosa de la infección por COVID-19, desde el Consell de Col ·legis Farmacéuticos de Cataluña queremos recordar que:
Hasta la fecha, y de acuerdo con la información suministrada por las autoridades sanitarias competentes, los tests rápidos para el diagnóstico de la infección por COVID-19 existentes en el mercado del Estado español son considerados productos sanitarios para diagnóstico in vitro , es decir, no son “productos para autodiagnóstico” y, por tanto, deben realizarse por profesionales sanitarios en los centros y establecimientos sanitarios de diagnóstico, no pudiendo ser dispensados al público.
Los únicos tests que las farmacias pueden dispensar actualmente a la población son los llamados “test de autodiagnóstico”, aquellos destinados a ser utilizados por el ciudadano en su domicilio. Los tests de antígenos por coronavirus no son considerados como tales. De acuerdo con la normativa sanitaria vigente, la venta al público de los productos de autodiagnóstico se realiza únicamente desde las oficinas de farmacia y requieren prescripción médica para su dispensación en farmacias, salvo excepciones en los casos de los test de embarazo, glucosa y VIH.
Según la información proporcionada por la AEMPS, en estos momentos no existe ningún producto en el mercado español, dentro del marco legal, que se utilice para el autodiagnóstico de la COVID-19. Por tanto, no se pueden dispensar a los usuarios a través de la farmacia, ni por ningún otro canal, como puede ser internet. En caso de que existiera algún producto, su dispensación debería precederse de prescripción.
Conscientes de que la realización de pruebas que permitan confirmar la presencia del virus SARS-CoV-2 es imprescindible para determinar la implementación de medidas efectivas y precisas para detener su propagación, como ya trasladó el Consejo (CCFC) a la Administración desde el abril, la red de farmacias comunitarias podría ser un recurso sanitario en el cribado poblacional mediante el uso de pruebas diagnósticas rápidas. Al mismo tiempo, podrían permitir conocer el grado de inmunización de la población en general o bien de determinados grupos poblacionales que requieran un mayor seguimiento.
Entendemos que la farmacia comunitaria, como recurso más cercano y accesible al ciudadano, así como su experiencia en otros tipos de cribado (por ej. VIH, detección precoz de cáncer de colon y recto, determinación de parámetros en química seca) y la posibilidad de contar con un sistema de registro dentro del sistema de salud, sitúan al farmacéutico comunitario en una posición idónea para poder ofrecer este tipo de pruebas, siempre siguiendo el protocolo de actuación que se defina. COFB.ORG