- Lo ha dicho Monserrat Espuga, médico de familia y presidenta del Comité de Ética Asistencial en Atención Primaria del Instituto Catalán de la Salud, durante la mesa de actualidad “Atención domiciliaria y servicio a domicilio: ¿Qué podemos hacer y qué arriesgamos?”
- La atención farmacéutica domiciliaria va más allá de un simple servicio a domicilio y debe integrarse en medidas que incluyan la colaboración de todos los agentes sanitarios
- El farmacéutico, como especialista en el medicamento, debe tener un papel relevante ofreciendo servicios de valor
Barcelona, 20 de marzo de 2019– La atención farmacéutica domiciliaria –y todo lo que puede aportar el farmacéutico desde su vertiente asistencial en este ámbito– a una población cada vez más envidiada ha sido el tema central de la mesa de actualidad “Atención domiciliaria vs servicio a domicilio: ¿Qué podemos hacer y qué arriesgamos”, moderada por Jordi Casas, secretario del COF de Barcelona.
En ella han intervenido representantes del sector farmacéutico, la administración y el sistema sanitario que han aportado su visión sobre la situación actual de la atención farmacéutica domiciliaria. Todos han coincidido en apuntar que la creación de equipos multidisciplinares de atención a domicilio y el abordaje integral de la problemática desde todos los actores implicados en el cuidado sanitario son dos aspectos fundamentales a tener en cuenta.
En opinión de Monserrat Espuga, médico de familia y presidenta del Comité de Ética Asistencial en Atención Primaria del Instituto Catalán de la Salud, la colaboración entre médicos de atención primaria y farmacia comunitaria es vital para dar una mejor atención a pacientes en situaciones de especial vulnerabilidad. Los farmacéuticos tienen un contacto asiduo con pacientes y familiares, tienen el conocimiento práctico sobre los medicamentos y pueden alertar de situaciones que no es fácil detectar en los centros de salud.
“Al final el paciente es quien decide si un medicamento le merece confianza y si se lo toma o no. Tenemos que ganarnos esa confianza y la mejor manera de hacerlo es que haya una colaboración y una comunicación fluidas entre los profesionales: farmacéuticos, médicos, enfermería, trabajador social”, ha afirmado Espuga.
"Nos debemos al paciente, que debe ser el centro de nuestra actuación"
Luis Joaquín González, presidente del COF de Madrid, ha empezado su intervención señalando que las personas que requieren atención domiciliaria son normalmente mayores, dependientes y polimedicadas, por lo que necesitan una atención especial. El farmacéutico, como especialista en el medicamento, debe tener un papel relevante en el entorno sanitario, ofreciendo servicios de valor. “Los ciudadanos piden respuestas y soluciones a sus necesidades sociales y sanitarias, nos encontramos ante un escenario que requiere del esfuerzo colectivo y todos tenemos el deber de trabajar en la misma dirección, teniendo en cuenta que nos debemos al paciente, que debe ser el centro de nuestra atención”, ha finalizado González.
Proyectos piloto y los límites de la regulación
Mª José Gaspar, jefa del servicio de Ordenación y Calidad Farmacéuticas de la Dirección General de Ordenación y Regulación Sanitarias del Departamento de Salud de la Generalidad de Cataluña, ha aportado el punto de vista de la administración pública. En sus palabras, la dispensación a domicilio de medicamentos con prescripción no existe, no está contemplada legalmente y, por tanto, no es posible. Sin embargo, ha destacado también que "existe una necesidad de este servicio y desde el poder público debemos desarrollar un modelo colaborativo entre profesionales sanitarios respetando las competencias de cada uno para dar una continuidad asistencial".
Por su parte, Fe Ballesteros, presidenta del COF de Alicante, ha presentado la experiencia del programa Domi-EQIFAr, que incluye atención a pacientes dependientes con cuidador no profesional y no institucionalizado en centros residenciales. Se trata de un proyecto piloto surgido de la colaboración entre varias consejerías del gobierno valenciano y los colegios de farmacéuticos de las tres provincias y que ha dado muy buenos resultados. Además de la información y educación sanitaria de los participantes, se realizaban revisiones clínicas de la medicación, conciliación de la misma y comprobación de la adherencia terapéutica. Todo ello contando con la coordinación y participación de personal sanitario y farmacéutico.
Según Ballesteros, “se ha mejorado la adherencia de forma evidente, existe un mayor conocimiento de la medicación por parte del paciente y del cuidador y la satisfacción general de los participantes es de 110 puntos de 116. Podemos decir que su calidad de vida ha mejorado y que el programa ha sido un éxito”.
Lo ha dicho Monserrat Espuga, médico de familia y presidenta del Comité de Ética Asistencial en Atención Primaria del Instituto Catalán de la Salud, durante la mesa de actualidad “Atención domiciliaria y servicio a domicilio: ¿Qué podemos hacer y qué arriesgamos?”
La atención farmacéutica domiciliaria va más allá de un simple servicio a domicilio y debe integrarse en medidas que incluyan la colaboración de todos los agentes sanitarios
El farmacéutico, como especialista en el medicamento, debe tener un papel relevante ofreciendo servicios de valor
Barcelona, 20 de marzo de 2019.- La atención farmacéutica domiciliaria -y todo lo que puede aportar el farmacéutico desde su vertiente asistencial en este ámbito- a una población cada vez más envidiada ha sido el tema central de la mesa de actualidad “Atención domiciliaria vs servicio a domicilio: ¿Qué podemos hacer y qué arriesgamos?, moderada por Jordi Casas, secretario del COF de Barcelona.
En ella han intervenido representantes del sector farmacéutico, la administración y el sistema sanitario que han aportado su visión sobre la situación actual de la atención farmacéutica domiciliaria. Todos han coincidido en apuntar que la creación de equipos multidisciplinares de atención a domicilio y el abordaje integral de la problemática desde todos los actores implicados en el cuidado sanitario son dos aspectos fundamentales a tener en cuenta.
En opinión de Monserrat Espuga, médico de familia y presidenta del Comité de Ética Asistencial en Atención Primaria del Instituto Catalán de la Salud, la colaboración entre médicos de atención primaria y farmacia comunitaria es vital para dar una mejor atención a pacientes en situaciones de especial vulnerabilidad . Los farmacéuticos tienen un contacto asiduo con pacientes y familiares, tienen el conocimiento práctico sobre los medicamentos y pueden alertar de situaciones que no es fácil detectar en los centros de salud.
“Al final el paciente es quien decide si un medicamento le merece confianza y si se lo toma o no. Tenemos que ganarnos esa confianza y la mejor manera de hacerlo es que haya una colaboración y una comunicación fluidas entre los profesionales: farmacéuticos, médicos, enfermería, trabajador social”, ha afirmado Espuga.
"Nos debemos al paciente, que debe ser el centro de nuestra actuación"
Luis Joaquín González, presidente del COF de Madrid, ha empezado su intervención señalando que las personas que requieren atención domiciliaria son normalmente mayores, dependientes y polimedicadas, por lo que necesitan una atención especial. El farmacéutico, como especialista en el medicamento, debe tener un papel relevante en el entorno sanitario, ofreciendo servicios de valor. “Los ciudadanos piden respuestas y soluciones a sus necesidades sociales y sanitarias, nos encontramos ante un escenario que requiere del esfuerzo colectivo y todos tenemos el deber de trabajar en la misma dirección, teniendo en cuenta que nos debemos al paciente, que debe ser el centro de nuestra atención”, ha finalizado González.
Proyectos piloto y los límites de la regulación
Mª José Gaspar, jefa del servicio de Ordenación y Calidad Farmacéuticas de la Dirección General de Ordenación y Regulación Sanitarias del Departamento de Salud de la Generalidad de Cataluña, ha aportado el punto de vista de la administración pública. En sus palabras, la dispensación a domicilio de medicamentos con prescripción no existe, no está contemplada legalmente y, por tanto, no es posible. Sin embargo, ha destacado también que "existe una necesidad de este servicio y desde el poder público debemos desarrollar un modelo colaborativo entre profesionales sanitarios respetando las competencias de cada uno para dar una continuidad asistencial".
Por su parte, Fe Ballesteros, presidenta del COF de Alicante, ha presentado la experiencia del programa Domi-EQIFAr, que incluye atención a pacientes dependientes con cuidador no profesional y no institucionalizado en centros residenciales. Se trata de un proyecto piloto surgido de la colaboración entre varias consejerías del gobierno valenciano y los colegios de farmacéuticos de las tres provincias y que ha dado muy buenos resultados. Además de la información y educación sanitaria de los participantes, se realizaban revisiones clínicas de la medicación, conciliación de la misma y comprobación de la adherencia terapéutica. Todo ello contando con la coordinación y participación de personal sanitario y farmacéutico.
Según Ballesteros, “se ha mejorado la adherencia de forma evidente, existe un mayor conocimiento de la medicación por parte del paciente y del cuidador y la satisfacción general de los participantes es de 110 puntos de 116. Podemos decir que su calidad de vida ha mejorado y que el programa ha sido un éxito”. COFB.ORG