¿Qué es lo primero que asocias con el invierno? Lo más probable es que la respuesta sea el frío, aunque esta estación del año también podría relacionarse con una enfermedad transmisible aguda producida por un virus que afecta a las vías respiratorias superiores. Se trata de la gripe, ya diferencia del resfriado, que puede aparecer en cualquier momento, el tiempo en el que se registran más casos es entre noviembre y abril.
La gripe (influenz, o flu popularmente, en inglés), se llama así porque los hombres de la Edad Media creían que la “influencia” de los astros y de otros cuerpos celestiales producía los síntomas de la gripe. A su vez, nosotros lo llamamos gripe porque adoptamos el término ruso, que significa “ataque”.
Se trata de un virus que se propaga por las microgotas que se esparcen con la tos y los estornudos de las personas afectadas, y después de las 18 o 72 horas de la primera infección, la enfermedad comienza a evidenciarse en nuestro cuerpo.
Los síntomas más evidentes suelen ser fiebre superior a 38 grados, dolor de cabeza y cuello, dolores musculares, abatimiento y fatiga, y aunque menos frecuentes, también pueden aparecer tos seca, ojos llorosos, congestión y destilación nasal.
Ahora bien, ¿cómo puedes saber si se trata de una gripe o simple resfriado? La primera diferencia es el inicio: mientras que la gripe surge de repente, el resfriado es gradual. Otros elementos a tener en cuenta son la fiebre y el dolor lumbar que, al contrario de la gripe, en el resfriado suelen ser inexistentes.
Una vez detectada la gripe, los tratamientos habituales son el paracetamol y el ácido acetilsalicílico, útiles para la fiebre y el dolor. Por otra parte, el descanso es importante para ayudar a la mejora de la infección y es muy importante tener en cuenta que no deben tomarse antibióticos: la gripe es causada por un virus y los antibióticos atacan a las bacterias.
Las personas en las que está recomendada la vacunación son las afectadas por patologías respiratorias y cardíacas crónicas, inmunodeprimidos, y personas en contacto cotidiano con estos enfermos; y se administra en otoño. Si se tiene la gripe en época de vacunación, es necesario esperar a estar totalmente restablecido.
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