El Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB) organizó en mayo la formación “Biología del estrés, cómo actuar?”, en el marco del ciclo de conferencias Trending Topics en Nutrición 2024-2025, con el patrocinio de Nutergia. La sesión fue impartida por Salvador Talón, farmacéutico y jefe de nutrición de Zem Wellness Clinic Altea. El vocal de Alimentación y Nutrición del COFB; Óscar Llansó, presentó la formación dirigida a farmacéuticos y farmacéuticas colegiados/as.

Los principales objetivos de la formación fueron conocer las capacidades de las plantas medicinales a la hora de combatir el estrés y el insomnio, analizar la fisiología del estrés y cómo mejorar la bioquímica cerebral. Además, también se describieron los micronutrientes y cofactores que participan en las reacciones enzimáticas relacionadas con el estrés y se abordaron aspectos sobre la calidad y seguridad de los complementos alimenticios.
Biología del estrés, un antes y un después
Salvador Talón inició la formación afirmando que, en cuanto a la biología del estrés, hubo un antes y un después con la pandemia de coronavirus: “Los casos de depresión y ansiedad aumentaron un 25% a nivel mundial y las farmacias fueron protagonistas al recetar medicamentos por esta situación.” En este sentido, el farmacéutico señaló que la huella de estrés creada “acaba manteniéndose, provocando que los profesionales tengan que buscar alternativas para no perjudicar a los pacientes, ya que la mayoría cuenta con una elevada carga de prescripción”.

Seguidamente, analizó las diferencias entre estrés agudo y crónico, describiendo el primero como “la respuesta a una situación precisa en el momento presente, de la que depende la nuestra supervivencia". En el caso del estrés crónico, se trata de "la respuesta de nuestro cuerpo a una situación de estrés que se instala y que dura. Este escenario provoca la activación de glándulas cortical suprarrenales, que acaba generando una liberación de cortisol”.
El papel de las plantas medicinales
A continuación, el farmacéutico repasó el papel de las plantas medicinales en los distintos aspectos de la biología del estrés, empezando por el fruto de la schisandra, una droga adaptógena que “se ha comprobado que disminuye el estrés posiblemente a través de un mecanismo no específico característico de las sustancias con actividad adaptógena”.

Otra planta analizada fue el ashwagandha, de la que numerosas investigaciones “han demostrado importantes propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, inmunomoduladores y ansiolíticas”. Para terminar este apartado se habló de la rhodiola rosea, un adaptógeno que, después de diferentes ensayos clínicos, “ha demostrado su utilidad con depresión, la fatiga y la ansiedad”.
Diferentes perfiles neurodistónicos existentes
En la última parte, Talón expuso los diferentes perfiles neurodistónicos existentes, diferenciándolos con el saturado, el melancólico y el ansioso: “El primero de todos ellos necesita subir la dopamina para generar motivación y placer". En cuanto al perfil melancólico, ha defendido la necesidad de "subir la serotonina, lo que permite ver el vaso medio lleno por las emociones negativas". Finalmente, en cuanto a las personas que sufren ansiedad, el farmacéutico defendió el uso de GABA (gammaaminobutírico) para "descansar y conseguir una relajación mental y física".
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