El pasado mes de noviembre, el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB) organizó, conjuntamente con la Sociedad Catalana de Farmacia Clínica (SCFC), la tercera edición del curso "Actualización en oncología hematológica" con el patrocinio deAstraZeneca, Bristol Myers Squibb y Janssen. El vocal de Hospitales del COFB, David Conde, coordinó y moderó el curso dirigido a farmacéuticos y farmacéuticas de hospitales.
Los objetivos de la formación fueron “actualizar la gestión y el tratamiento de los diferentes cánceres hematológicos y poner al día los aspectos relacionados con la atención farmacéutica en la dispensación de tratamientos para combatir estos cánceres”, comentó Conde.

El vocal valoró muy positivamente el curso en el que se abordaron patologías “consideradas de interés capital” y que “ha sido un éxito de asistencia, con más de 125 inscritos”. Respecto al formato, explicó que los ponentes repasaron cada patología en cuestión, el abordaje terapéutico y las perspectivas de futuro.
Novedades terapéuticas en los tratamientos en cánceres hematológicos
Leucemia linfocítica crónica
En la primera sesión del curso, que tuvo lugar el 9 de noviembre, el Dr. Albert Altés, jefe del Servicio de Hematología de Althaia, profesor de Medicina de la UVic y presidente de la Sociedad Catalana de Hematología, profundizó en la leucemia linfocítica crónica, la más frecuente en occidente y sobre todo en personas mayores. Según Altés, ésta es una patología multicompartimental de la que se conocen diferentes factores pronósticos.

Respecto al tratamiento, dijo que el inicio de este puede ser diferido y que, en el futuro, la secuenciación masiva del genoma puede desempeñar un papel fundamental. Asimismo, añadió que se disponen de muchas aproximaciones terapéuticas con tratamiento finito o hasta progresión de la enfermedad y diferentes combinaciones con inhibidores de la tirosina de Bruton y Bcl-2 y que el objetivo es la cronificación de la enfermedad.
Mieloma múltiple
El 16 de noviembre tuvo lugar la segunda sesión del curso, en la que el Dr. Albert Oriol, jefe de la Unidad de Investigación Clínica de Josep Carreras Leukaemia Research Institute (IJC), coordinador de ensayos clínicos de la Unidad de ensayos clínicos del ICO-Badalona, Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, habló sobre el mieloma múltiple, una patología muy prevalente en hematología de la que todavía no se conoce exactamente la causa, pero se tiene un profundo conocimiento de la fisiopatología con la activación de ciertas ciclinas.

En relación con los tratamientos, Oriol especificó que la base son los fármacos inhibidores de cereblon-ligasa (llamados clásicamente como “inmunomoduladores”), los inhibidores de proteosoma, anticuerpos anti-CD38 y citostáticos tradicionales como la ciclofosfamida. En esta patología se ha evidenciado que la combinación de estos tratamientos a la vez es superior al hecho de secuenciarlos; y que la combinación de distintos mecanismos de acción y la sinergia resultante, conduce a respuestas muy profundas y rápidas para prevenir recaídas. Indicó que en pacientes de alto riesgo, se debe intensificar el tratamiento para llegar a enfermedad residual negativa y discontinuar así el tratamiento y que en los de muy alto riesgo, no se consigue este hito y por lo que el tráctamente será indefinido en el tiempo.
También apuntó que el objetivo del tratamiento en primera línea es disminuir lo máximo posible que los pacientes lleguen a segunda línea y añadió que las clonas celulares dominante, en recaída, son distintas de las del diagnóstico, por lo que es necesario utilizar fármacos diferentes. Por último, aseguró que en recaídas es fundamental el papel de la terapia celular y anticuerpos biespecíficos.
Leucemia mieloide aguda
La Dra. Ana Garrido, médica adjunta de Hematología Clínica del Servicio de Hematología del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo llevó a cabo la tercera sesión, que tuvo lugar el 23 de noviembre, sobre la leucemia mieloide aguda, una patología en la que el tratamiento ha cambiado mucho. Según Garrido, el tratamiento va mucho más allá del clásico esquema 3+7 con antraciclinas y ciclofosfamida.

Sobre el diagnóstico, dijo que se basa en la detección de gran cantidad de mutaciones y alteraciones, que se relacionan, no sólo en el pronóstico, sino que son factores predictivos de respuesta a terapia dirigida. Así pues, en leucemia mieloide aguda la terapia ha evolucionado a tratamiento dirigido, en función de las alteraciones diagnósticas (FLT3, con midostaurin; IDH, con ivosidenib; gentuzumab ozogamicina para anti CD33; glasdegib…) y combinaciones de azacitidicina, probando la más prometedora con venetoclax. Asimismo, indicó que se están investigando los tratamientos de mantenimiento y ya hay resultados con azacitidina oral.
Síndrome mielodisplástico y mielofibrosis
Por último, en la última sesión que se celebró el 30 de noviembre, la Dra. Blanca Xicoy, hematóloga del Departamento de Hematología Clínica del Instituto Catalán de Oncología del Hospital Germans Trias i Pujol, abordó dos patologías: el síndrome mielodisplástico (SMD) y la mielofibrosis. En cuanto a los síndromes mielodisplásticos, Xicoy recordó que son patologías basadas en mutaciones genéticas somáticas y factores epigenéticos y que, en este caso, la expansión clonal conduce a aberraciones cromosómicas que conllevan displasia y citopenias. Como ejemplos, expuso que existe la SMD con 5q, en la que el tratamiento con lenalidomida prueba ser efectivo y que, recientemente, se ha aprobado luspatercept por SF3B1.
La doctora remarcó que son importantes los tratamientos quelantes de hierro con deferasirox, debido a que los pacientes reciben muchas transfusiones sanguíneas, y que debe considerarse la toxicidad renal debido al deferasirox, que puede comprometer el tratamiento quelante. Asimismo, añadió que en el síndrome mielodisplástico, el tratamiento con EPO se considera de bajo riesgo para manejar las citopenias y reducir las transfusiones y que se está estudiando el luspastercept en primera línea versus la EPO, ya que favorece la maduración de las células. Otros tratamientos que se mencionaron fueron el imetelstat, el inhibidor de telomerasa y su eficacia independiente de tipos de SMD. En cuanto a los tratamientos en paciente de alto riesgo, se basan en la azacitidina y la decitabina y también hay que considerar el trasplante alogénico, a la vez que se están estudiando las combinaciones con azacitidina.

En relación con la mielofibrosis, la doctora recalcó que tienen mutaciones driver como JAK2 (la más importante y ligada al tromboembolismo); que hay una hematopoyesis ineficaz, que conduce a citopenias, esplenomegalia y síntomas constitucionales; y que tienen fenotipos mieloproliferativos (aumento de leucocitosis que sigue al mielodeplectivo caracterizado por pancitopenia. Xicoy reveló que se han descubierto diferentes mutaciones epigenéticas y describió los distintos tratamientos disponibles: ruxolitinib y fedratinib (aprobados) y futuribles como el pacritinib (se puede utilizar con plaquetopenias) y el momelotinib (sobre todo si hay anemia con respuestas en torno al 40%). En cuanto a las necesidades de tratamiento en mielofibrosis, comentó que son mejorar la tasa de respuestas y evitar citopenias. Por último, señaló los nuevos fármacos en investigación, entre los que destaca el navitoclax combinado con ruxolitinib entre otros.
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