Elherpes labial simple es una infección vírica caracterizada por la aparición, en primer lugar, de una fase previa con sensación de picor, escozor u hormigueo en la piel de los labios o cerca de la boca, seguida de un enrojecimiento. Como continuación de este proceso inicial, se forman unas vesículas pequeñas y llenas de líquido claro. A partir de aquí, comienza la fase final, se secan las vesículas y aparece una corteza amarillenta que, en última instancia, cae.
¿Cuál es el virus que le causa?
El causante del herpes labial generalmente es el virus herpes simple tipo 1 (HSV-1), y menos comúnmente el virus del herpes simple tipo 2 (HSV-2). La infección es muy contagiosa. Se suele adquirir durante la infancia, aunque no siempre presenta síntomas, y dura toda la vida.

La vía de transmisión habitual es el contacto directo de persona a persona, aunque también puede producirse a través de objetos contaminados como los que se utilizan para comer y beber.
Por lo general, este tipo de lesiones de herpes labial desaparecen de forma espontánea después de una o dos semanas sin dejar cicatriz, pero puede reproducirse varias veces a lo largo de la vida de forma más o menos crónica.
¿Se puede reactivar el virus?
Pasada la primera infección herpética, el virus permanece en el interior de las neuronas en estado latente. Esto permite la posibilidad de una reactivación cuando se dan las condiciones apropiadas para que se desarrolle y, por tanto, la reaparición de las lesiones locales características.
Hay personas con especial predisposición a presentarlo, y determinadas circunstancias pueden reactivar con mayor facilidad el virus.
Motivos más frecuentes de reactivación del virus
- Situaciones de estrés.
- Fiebre causada por una enfermedad infecciosa.
- Menstruación.
- Exposición prolongada al sol.
¿Cuáles son los síntomas?
Los signos y síntomas pueden ser de carácter leve o grave dependiendo de si es el primer brote o se trata de una recurrencia.
- La primera vez los síntomas son más graves y pueden aparecer hasta 20 días después de la exposición al virus. Las vesículas pueden durar varios días y tardar de dos a tres semanas en curarse por completo. Además, en este primer episodio también puede aparecer fiebre, dolor en las encías, dolor de garganta, dolor de cabeza, dolor musculares y ganglios linfáticos inflamados.
- Las recurrencias, en cambio, son más leves, aparecen siempre en el mismo sitio y tienden a ser menos extensas que el primer brote.
Esta infección puede ser grave y peligrosa si se presenta en los ojos o cerca de los ojos, o en personas inmunodeprimidas, en las que puede extenderse fácilmente la infección.
¿Cómo prevenirlo?
Debido a que el herpes labial es provocado por un virus que se encuentra en estado latente en el mismo organismo, la prevención no siempre es posible. Pero se pueden adoptar algunas medidas para minimizar los brotes y abreviar la duración de la erupción y reducir las molestias. Es importante:
- Reducir las situaciones de estrés para evitar reapariciones.
- Lavarse a menudo las manos durante una exacerbación de la infección, puesto que una higiene adecuada puede eliminar el riesgo de propagar la infección hacia otras áreas del cuerpo como, por ejemplo, los ojos.
- Evitar los besos y el contacto con la piel de las personas cuando existan vesículas.
- Evitar compartir elementos.
- Uso de pantalla solar total en los labios y alrededores en exposiciones prolongadas en el sol.
¿Cuál es el tratamiento?
El herpes labial no tiene cuidado. Los síntomas, como norma general, desaparecen sin tratamiento en el plazo de dos a cuatro semanas aunque existen varios tipos de medicamentos que ayudan a acelerar el proceso de curación ya disminuir las molestias:
- Aplicaciones locales deantisépticos y astringentes.
- Pomadas antivíricas, sobre todo si se inician antes de que se formen las vesículas.
Consejos y recomendaciones
- El herpes labial simple es una infección vírica y crónica.
- Lo más adecuado es evitar todos los factores precipitantes si la persona es propensa a presentarlo.
- No es frecuente el autocontagio en otras zonas, pero es necesario extremar las precauciones para evitarlo.
En caso de sufrir recurrencias muy a menudo, consulte el problema con el farmacéutico.
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