Artículo de Anna Bach-Faig, vocal de Alimentación y Nutrición del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona
"Es muy importante contar con profesionales sanitarios que ofrezcan un consejo adecuado en el área de nutrición, campo en el que el farmacéutico tiene mucho que aportar"
“Las recomendaciones generales o las guías alimentarias son útiles, pero existe la necesidad, a posteriori, de ir más allá y ofrecer atención personalizada. Y en la farmacia debemos entrenarnos”.
Indudablemente, la alimentación es un pilar fundamental de la salud y realizar cambios saludables en el estilo de vida no sólo afecta a nuestro riesgo de padecer una enfermedad ya la forma en que nos sentimos en el presente, sino también a nuestra capacidad para funcionar de manera independiente en el futuro. Teniendo en cuenta esto, es muy importante contar con profesionales sanitarios que ofrezcan un consejo adecuado en el área de nutrición, campo en el que el farmacéutico tiene mucho que aportar.
Pongamos un ejemplo. Una alimentación desequilibrada (dieta occidentalizada) a base de un consumo elevado de productos de origen animal y de un consumo de cereales refinados y azúcares simples, asociado a un sedentarismo, se ha relacionado, por ejemplo, con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, algún tipo de cáncer, obesidad, trastornos del metabolismo glucémico y caries dental. Por el contrario, un único indicador, la abundante incorporación de frutas y verduras a nuestra alimentación, se ha correlacionado como un marcador protector a la hora de sufrir muchos de estos problemas crónicos. Paralelamente, las evidencias disponibles indican que las intervenciones mediante buen consejo en alimentación y la educación nutricional pueden influir positivamente en la evolución de estos trastornos que hemos llamado.
A su vez, según elInforme Mundial sobre el envejecimiento y la salud elaborado por la Organización Mundial de la Salud, el proceso de envejecimiento va acompañado de cambios fisiológicos que pueden afectar al estado nutricional, que ligado a la dificultad para masticar y deglutir, una dieta monótona de baja calidad, la pérdida de apetito y la disminución en la absorción de algunos nutrientes, entre otros, son factores que aumentan el riesgo de desnutrición. El documento hace referencia al estudio realizado por Beck et al., en el que se ha demostrado que el asesoramiento nutricional individualizado mejora el estado nutricional de las personas mayores en 12 semanas.
Consejo personalizado del farmacéutico
Las recomendaciones generales o guías alimentarias son útiles, pero hay necesidad, a posteriori, de ir más allá y ofrecer atención personalizada. Y en la farmacia debemos entrenarnos para identificar los diferentes perfiles e individualizar, en la medida de lo posible, los consejos en alimentación. De esta manera, es necesario tener en cuenta aspectos como las necesidades nutricionales, los aspectos fisiológicos (si es hombre o mujer, un joven o una persona mayor, si está embarazada o es lactante…), o patológicos (si tiene una enfermedad crónica o situación de intolerancia…) y, además, la práctica habitual de actividad física. Cada persona tiene unas necesidades concretas, que se traducen en unos requerimientos distintos, y que, lógicamente, vienen derivadas por una respuesta distinta.
Pero debemos tener en cuenta que la personalización no termina en la fisiología o la patología (como hemos explicado), sino en los gustos, en los hábitos y en el contexto social, que determinan mucho nuestras elecciones alimentarias. Es decir, la investigación en la nutrición personalizada no sólo está relacionada con el aspecto fisiológico, también en el conductual. De hecho, el factor que más influye en el éxito de una pauta alimentaria es el tiempo que le sigue una persona.
Esto se ve muy claro si pensamos, por ejemplo, en el control de la glucemia. Para predecir la respuesta glucémica, debemos considerar los hábitos de vida, microbiota y antropometría, ya que tener en cuenta estos parámetros será mucho mejor que si hablamos únicamente de respuestas fisiológicas generales.
Consultas más frecuentes en la farmacia
Son muchas y diversas las consultas que podemos tener sobre alimentación en la farmacia. Entre las más habituales, se encuentran las relacionadas con el estreñimiento y la diarrea, o las que están vinculadas con la valoración del colesterol y los triglicéridos.
Por otra parte, podemos distinguir entre tres grandes categorías. En primer lugar, son muy habituales las consultas en relación a personas de edad avanzada, debido a su especial fragilidad ya la dificultad que tienen para seguir dietas adecuadas. La relación suele estar con los cuidadores, que se preocupan por evitar llegar a situaciones de riesgo nutricional severas.
También son frecuentes las consultas relacionadas con la infancia, especialmente cuando hay intolerancias. Además, el hecho de que las madres sean usuarias asiduas de la farmacia, ya que acuden periódicamente a pesar del niño, favorece que se acostumbren a tener al farmacéutico como profesional de referencia desde las primeras etapas. Durante la infancia, también abundan los casos de sobrepeso, que deben abordarse con mucho tacto con las familias.
Por otro lado, tanto con las personas mayores como con los niños, es importante ofrecer apoyo a las personas que se hacen cargo de ellos para garantizar que sigan una alimentación correcta.
Por último, estaría todas aquellas situaciones en las que, aunque no se da una consulta directamente, podemos observar que detrás de la petición de un medicamento o producto hay implícito un problema relacionado con la alimentación. Un caso puede ser el de la persona que consume descontroladamente laxantes y vemos claramente que está entrando en una espiral de pérdida de peso peligrosa. También se observa a menudo en personas de mediana edad que, por su estilo de vida o desinformación, presentan ciertas carencias. En estos casos es necesario abordar el estilo de vida y, muy especialmente, los cambios de hábitos. Es muy frecuente la consulta por molestias gastrointestinales relacionadas con el estrés y una mala alimentación, por lo que es vital aflorar la importancia de dedicar un tiempo de calma y disfrute a la comida.
En cualquier caso, junto con el asesoramiento, hay un elemento clave que no debemos olvidar: hacer seguimiento. Con esto no sólo conseguiremos un mayor nivel de implicación por parte del usuario, sino que también mejorará notablemente la imagen que el usuario percibe del farmacéutico.

Cómo saber si los usuarios siguen una buena alimentación
Más allá de atender una consulta, para saber si las personas que acuden a la farmacia siguen una buena alimentación, existen algunos consejos que podemos tener en cuenta.
En primer lugar, empezaríamos por observar a nuestros usuarios. Si presentan pérdida de peso apreciable a simple vista o la ropa les va muy ancha, son indicadores de que algo no se está haciendo bien. Pero hay un segundo paso que es aún mayor: la entrevista. “¿Cuántas piezas y qué frutas consumes a diario? ¿En qué consiste tu desayuno? ¿Qué tipo de cenas realizas? ¿Eres más de carne o de pescado, explícame?”, son ejemplos de preguntas que se pueden plantear.
En casos de duda, no está de más ofrecer una sencilla y útil valoración: el Índice de Massa Corporal (IMC). Gracias a este índice, que consiste en medir su altura y peso, rápidamente sabremos si estamos frente a un caso de riesgo o no. Y si en la farmacia se dispone de equipos especializados, se pueden realizar medidas antropométricas que ofrecen información sobre los porcentajes de grasa, masa muscular y agua.
Por último, si no lo vemos claro, podemos ir más allá y realizar algún test de alimentación, como el test de la dieta mediterránea o el Mini Nutricional Assessment (MNA). Nos va a ocupar un poco más de tiempo, pero nos puede dar información francamente útil.
Importancia de la formación
Para conseguir ofrecer un buen consejo alimentario, que incorpore todas las características que hemos comentado anteriormente, es imprescindible que el farmacéutico esté formado y actualice sus conocimientos periódicamente.
Precisamente, elÁgora de Nutrición y Salud impulsada por los Colegios Farmacéuticos de Barcelona y Madrid, a través de Ágora Sanitaria, y Nestlé Health Science pone al alcance de los farmacéuticos y del resto de profesionales de la faromacia un conjunto de recursos online que contribuyen a la mejora y profesionalización del consejo farmacéutico en un área de tanta relevancia como es la nutrición en adultos y personas mayores.
Más concretamente, mediante esta área formativa, se quiere incidir en la recomendación y promoción de una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable en una franja de edad donde la intervención del farmacéutico, como profesional sanitario cercano, accesible y de confianza, es clave para conseguir un envejecimiento sin carencias nutricionales.
En definitiva, la farmacia no sólo está preparada, sino que tiene el deber de ofrecer un buen consejo en alimentación. Y es gracias a este consejo que ayudará a la población a disfrutar de una dieta completa y saludable que, junto con adecuada actividad física, contribuirá a su bienestar, fuerza, vitalidad y calidad de vida a largo plazo y, por tanto, a alcanzar en óptimas condiciones las etapas vitales posteriores.
Traducción del artículo publicado en número 132 de la revista Farmaventas en agosto de 2019.
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