Este mes de febrero nos hacemos eco en este espacio de recomendaciones y consejos farmacéuticos, de algunos aspectos que debemos tener presentes a la hora de elegir el calzado de invierno.
La altura del talón
La altura del talón juega un papel importante en la biomecánica del pie, y en las presiones plantares. Hay que tener presente que el pie colocado en un zapato de tacón alto, tiende a resbalar hacia adelante, y produce un aumento de las presiones soportadas por las cabezas de los metatarsianos y por los dedos.
Por la noche: la mejor franja horaria para comprar calzado
El mejor momento del día para comprar calzado es al anochecer, ya que después de una larga jornada es posible que nuestros pies estén hinchados y podamos comprar zapatos que no nos aprieten. Se recomienda probarse los dos zapatos, ya que es habitual que un pie sea mayor que el otro.

Las partes del zapato
El zapato está formado por diferentes piezas y debemos comprender cómo se encajan para hacer una elección inteligente. Las cuatro partes que podemos diferenciar son: la caña, la pala, la suela y el talón.
- La caña es la porción del calzado que cubre y sujeta la parte trasera del pie.
- La pala es la parte que protege la parte anterior del pie y la parte del medio del pie.
- La sola se encarga de proteger el pie del suelo, siendo el talón la elevación que hay en la parte posterior de la suela.
Comodidad y salud
Por último, debemos recordar que la comodidad en el calzado se une, necesariamente, a la salud. Los pies nos transportan de un sitio a otro y soportan nuestro peso durante gran parte del día. Por eso, en estas zonas, comienzan los síntomas de agotamiento y malestar.
Utilizar un calzado adecuado no sólo nos proporciona placer al andar, sino que también es garantía de salud y protege el pie, de ahí la importancia de escogerlo bien.
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