Entrevista a Ramon Bonet, vocal de Industria del COFB

Ramon Bonet, vocal de Industria del Colegio, explica en el primer número de la revista Industria Farmacéutica y Cosmética del grupo editorial Intermepresas la situación actual del sector de la industria farmacéutica. Recuperamos la entrevista que puede leer íntegra a continuación:

Entrevista publicada en el primer número de la revista Industria Farmacéutica y Cosmética del grupo editorial Intermepresas.
Entrevista a la periodista Mónica Daluz.

El representante del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona nos pone al día sobre el panorama del sector farmacéutico. Una industria comprometida con el sistema sanitario, en un escenario marcado por la irrupción de los medicamentos biotecnológicos, la expiración de patentes y la próxima implantación de la identificación unitaria de los medicamentos. Bonet aborda en esta charla las vicisitudes del sector desde los ámbitos de la investigación, el mercado y la sociedad.

¿Podría describir sintéticamente el proceso de transformación del sector farmacéutico en los últimos años?

Este es un sector complejo, y con varios frentes abiertos. Hemos vivido unos años muy marcados por la contención del gasto farmacéutico y la generificación de la mayoría de nuestras moléculas. El sector ha experimentado una reconversión fruto de la necesidad de hacer sostenible el sistema sanitario y porque ha visto expirar el período de patentes de la mayoría de medicamentos que estaba comercializando.

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Ramon Bonet, vocal de Industria del COFB

¿Cómo lo ha compensado la industria?

Ha seguido reinvirtiendo en investigación; una apuesta que actualmente se enfoca, cada vez más, hacia los medicamentos biotecnológicos. Se trata de una búsqueda más cara y más lenta, pero ahora estamos empezando a recoger los frutos de todo esto. Ha llegado un momento en el que la caída de patentes y la situación del mercado están más o menos estabilizadas.

¿Ha habido una estrategia de ampliación de portafolio?

En efecto, ahora están empezando a aparecer medicamentos con los que enriquecer los portafolios. Además, la mayoría de las industrias lo que han hecho ha sido diversificar en el área de parafarmacia, convirtiéndonos, ya no tanto en empresas que venden medicamentos, sino en empresas que se hacen responsables del abordaje de la enfermedad; estamos contribuyendo, además de con el medicamento en sí mismo, con otras herramientas que ayudan al paciente a tener una mejor calidad de vida y controlar mejor la enfermedad.

Las cosas han cambiado en materia de promoción de producto… ¿quién es, por ahora, su interlocutor?

Sí, antes, cuando lanzabas un medicamento, la promoción era a través del médico; en los últimos tiempos el decisor se ha desplazado del médico al gestor de esta medicación, en nuestro caso, en España, a las comunidades autónomas que son, al final, las que financian.

 “La industria se ha convertido en un soporte a la gestión integral del sistema sanitario público

… Y esto implica…

Que debes buscar nuevos modos de gestión de acceso al mercado; desde contratos de riesgo compartido donde el precio va vinculado a la eficacia del producto, o bien a través del modelo en el que no se pacta precio por unidad vendida sino que se acuerda un precio por resultados obtenidos en función del ahorro que el medicamento genera en el sistema. La forma en que se aborda una patología está cada vez más marcada por los gestores de la administración. Cada vez se tiende más a pagar por ahorro en el sistema que por el coste del producto en sí mismo.

Ponga algún ejemplo.

El caso del tratamiento de la hepatitis C. Es una enfermedad crónica, por tanto teníamos un paciente crónico, con un coste muy alto para el sistema sanitario. Si el período de tratamiento puede resultar muy caro, el ahorro total con respecto a lo que este paciente consumía durante su ciclo de vida, compensa. Éste es el tipo de planteamiento con el que la industria y la sanidad están abordando la gestión de las enfermedades: se ha pasado de aquel concepto de tener un medicamento para una patología -ibas al médico, lo promocionabas y lo venías-, a hablar de un concepto de gestión integral del sistema sanitario, y la industria se ha convertido en un soporte a la gestión integral del sistema sanitario público.

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La oficina de farmacia se ha visto desbordada en los últimos años por las obligaciones burocráticas y administrativas viniendo a reducir el papel del farmacéutico como sanitario. ¿Cuál es la tendencia en este sentido?

La farmacia está contemplada como elemento clave en cualquier tipo de medicamento, excepto en los hospitalarios, pero en el grueso de medicamentos la farmacia juega un papel clave de recomendación e indicación de uso porque es la que está más cerca del paciente. Especialmente importante en aquellos medicamentos que no requieren receta, y que por tanto están sujetos a la indicación del farmacéutico. Cuando se trata de un producto con receta médica, el farmacéutico contribuye al seguimiento farmacoterapéutico, a que el medicamento se utilice con la pauta dada. Tienes el ejemplo en el SPD, Sistema Personalizado de Dosificación, que pretende garantizar los resultados, que el medicamento sea efectivo, y tanto a la industria como a la Administración les interesa que el paciente lo tome adecuadamente; de lo contrario éste estará menos controlado, la industria verá reducidos los resultados y la eficacia del medicamento, y la Administración estará incurriendo en unos costes innecesarios; dentro de ese engranaje, el papel de la farmacia es clave.

Mientras, ante nosotros una sociedad cada vez más envejecida…

Sí, será una sociedad de paciente crónico, complejo y polimedicado. Piensa en una persona mayor que debe tomar tres o cuatro medicamentos a diario en diferentes momentos del día, más los propios de la edad…, con el SPD contribuimos a que se haga este seguimiento farmacoterapéutico. En cualquier caso, el farmacéutico tiene un rol cien por cien sanitario, y mientras que sanitario, desde la farmacia se permite este abordaje global: el médico realizará una prescripción médica y el farmacéutico, basándose en esta receta y en sus conocimientos es capaz de, con todo el abanico de parafarmacia, recomendar y ayudar al paciente a llevar mejor su enfermedad.

En la oficina de farmacia se le abren nuevas oportunidades con los nuevos medicamentos biológicos, la incorporación de productos de cosmética, parafarmacia, complementos nutricionales. ¿Está la farmacia gestionando adecuadamente este mix?

La farmacia es un centro integral de salud y, por tanto, tiene la opción del medicamento como tal o todo un arsenal de 'no medicamento'. La industria, cada vez más, lo que está haciendo es colaborar con el farmacéutico en ese abordaje integral; tiene sus portafolios diversificados por lo que si, por ejemplo, una compañía farmacéutica trabaja la diabetes, tiene asociadas líneas de cosmética específicas u otros productos que no son medicamentos en sí pero que ayudan. Tiene lugar una interacción con el farmacéutico para apoyarle en la venta y guiarle en la indicación, con el objetivo de que el paciente mejore su patología y calidad de vida.

Mortar and Pestle

Se habla de recuperar el papel del farmacéutico como formulador, ¿cómo se contempla la formulación fuera del ámbito de la industria?

Se trata de un sistema complementario. Existen determinadas situaciones, como ajustes de dosis en pacientes pediátricos, determinados procesos en los que no existe una fórmula adecuada para una determinada patología y seguramente no sería rentable fabricarla industrialmente por el volumen de casos, o por un problema de mercado, por falta de determinado producto; aquí el farmacéutico se convierte en clave. La formulación magistral siempre ha sido apoyada por la industria; ambas cumplen dos necesidades sanitarias distintas y complementarias.

Háblenos de los nuevos modelos de negocio basados en la cooperación que se han gestado en torno a los desarrollos biotecnológicos.

La biotecnología ha crecido en gran parte gracias a pequeñas empresas y pequeños centros de investigación que han llegado a desarrollar un medicamento específico, o son fuertes en una determinada línea de investigación. Lo que se ha hecho han sido alianzas entre la industria farmacéutica, que tiene todos los recursos de comercialización (acceso al mercado, fuerza de ventas, equipos de market acceso), y estas empresas, que tienen los recursos de investigación. Se da una situación ideal en la que se unen las dos voluntades: una potencia investigadora fuerte interna y externa, y la capacidad de acceso al mercado.

Un mercado mucho más segmentado

El número de pacientes ya no será de millones; no se dará la situación de otro tiempo en el que se realizaba el hallazgo de un medicamento del que se vendían millones de unidades. Ahora la tendencia es hacia una medicación que trata de forma más personalizada. Nadie está pensando en medicamentos masivos, sino en eficacias.

Y por último, ¿nos puede hablar de la lucha contra las falsificaciones y del proceso de implantación de la serialización de los medicamentos?

La globalización ha traído consigo que el flujo internacional de medicamentos sea cada vez más alto y esto abre la puerta a potenciales falsificaciones. Securizar los flujos de los medicamentos es una obsesión de todos en nuestro sector y, desde ahora y hasta 2019, veremos la serialización de los medicamentos con identificación unitaria de todas y cada una de las cajas, de forma que antes de que un farmacéutico dispense una caja deberá verificar que el producto es auténtico. En estos momentos estamos en el proceso de definir todos los mecanismos de control.


También se puede consultar en formato digital en el siguiente enlace: Entrevista a Ramon Bonet, vocal de Industria del COFB
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