La gripe es una enfermedad transmisible aguda producida por un virus y que afecta a las vías respiratorias superiores. La enfermedad, altamente contagiosa, puede presentarse esporádicamente, estacionalmente o por epidemia, e incluso, convertirse en pandemia. Sin embargo, durante la temporada invierno es cuando se registran más casos, por lo que es importante conocer la gripe y tener en cuenta una serie de pautas a la hora de tratarla.
Es importante saber diferenciar la gripe de un resfriado, ya que puede haber casos en que las complicaciones de la gripe pueden ser fatales. En primer lugar, ¿cómo podemos saber que tenemos la gripe y no un simple resfriado? Hay que decir que el resfriado se manifiesta de forma paulatina, las complicaciones son menos frecuentes y los síntomas perduran durante menos tiempo. Por el contrario, la gripe tiene un impacto repentino y sus afectados generalmente presentan los siguientes síntomas: más de 38º de fiebre, dolor de cabeza y de cuello, dolores musculares o síntomas de fatiga. La tos seca, los ojos llorosos, la congestión y la destilación nasal son otros síntomas, aunque menos frecuentes.
¿Cómo tratar la gripe? Una vez asegurados que tenemos la gripe, se recomienda utilizar paracetamol y ácido acetilsalicílico para combatir los síntomas de la fiebre y el dolor. En cuanto a otros síntomas, éstos serán tratados de forma puntual. Paralelamente al uso de fármacos, es importante añadir el reposo como un importante contribuyente a la mejora de la infección. ¿Cómo NO tratar la gripe? Contrariamente a cómo la mayoría de ciudadanos piensan, no se deben utilizar antibióticos cuando se contrae la gripe, ya que la enfermedad es producida por un virus, mientras los antibióticos inciden en las bacterias. Así, tan sólo se recomienda utilizar antibióticos única y exclusivamente en caso de sobreinfección bacteriana.
¿Sabías que…?
- Hipócrates ya describió perfectamente la gripe en el siglo V antes de Cristo.
- La primera pandemia de gripe se identificó en 1580; hasta la actualidad se han detectado varias.
- Durante el siglo XX fue especialmente dura la gripe de 1918, conocida como la "gripe española"; en 1957 se manifestó la "gripe asiática" y en 1977, la "gripe rosa". Estos nombres responden a la creencia popular del origen de la infección, aunque ahora se sabe que la mayoría fueron originadas en China.
- La gripe (influenz, o flu popularmente, en inglés), recibe ese nombre porque los hombres de la Edad Media creían que la “influencia” de los astros y de otros cuerpos celestiales producía los síntomas de la gripe.
- Nosotros lo llamamos gripe porque adoptamos el término ruso de gripe, que significa “ataque”.
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