Con el objetivo de abordar los aspectos tanto positivos como negativos de la incorporación de las nuevas tecnologías en la práctica clínica diaria de los profesionales de la salud, y valorar cómo influyen en la prevención de los errores con la medicación, cerca de 200 profesionales se dar cita el 14 de abril en la 6ª Jornada monográfica “Seguridad del paciente y medicamentos” organizada por el Departamento de Salud y la Sociedad Catalana de Farmacia Clínica. La Jornada, que se celebra bianualmente, contó con la participación de profesionales tanto del ámbito sanitario como tecnológico.
Cómo establecer medidas que confieran una mayor seguridad en su práctica clínica diaria, las consecuencias que pueden tener los errores de medicación sobre los pacientes y las repercusiones que pueden representar estos errores, no sólo en los pacientes sino también en ellos, fueron algunas de las principales preocupaciones de los profesionales que asistieron a esta jornada, mayoritariamente farmacéuticos de distintos ámbitos.
Marta Massanés, coordinadora del Programa de Prevención de Errores de Medicación de Catalunya, y Manel Rabanal, jefe de sección de Vigilancia y Publicidad de Medicamentos de la Dirección General de Ordenación y Regulación Sanitarias del Departamento de Salud, resumen algunas de las principales conclusiones de la Jornada:

En la primera mesa de la jornada, “Estrategias preventivas de seguridad en el circuito del medicamento”, Arantxa Catalán, de la Agencia de Información, Evaluación y Calidad en Salud (AIAQS), considera, a su juicio, que vivimos en una sociedad sobrediagnosticada y sobretratada, donde los pacientes polimedicados son más susceptibles de sufrir errores con la medicación y, por eso, se necesitan estrategias que confieran seguridad al sistema y ayuden a reducir la tasa de aparición de estos errores. Explicó que los pilares básicos para minimizar los errores son las herramientas electrónicas, como las Guías Farmacoterapéuticas electrónicas; las herramientas de ayuda a la toma de decisiones, como el Prefaseo o el Self-Audit; la conciliación de la medicación entre los distintos procesos asistenciales, y la revisión de la medicación.
Por su parte, Anna Farriols, del Servicio de Farmacia del Hospital Vall d'Hebron, y Mª Carmen Frias, del Servicio de Farmacia de la Corporación Sanitaria del Parc Taulí de Sabadell, destacaron en su intervención que los fármacos citostáticos son considerados medicamentos de alto riesgo, ya que un error de medicación con alguno de ellos puede acarrear consecuencias muy graves para el paciente. Son fármacos de estrecho margen terapéutico, con los que es necesario individualizar las dosis según el paciente, presentan una elevada toxicidad, etc. Todo esto hace imprescindibles los sistemas informatizados y la tecnología, a fin de garantizar un uso más seguro. Explicaron también que estos sistemas incorporan controles cualitativos que garantizan que el fármaco es el indicado y controles cuantitativos que garantizan que la dosis es la que corresponde, y que poder garantizar la trazabilidad de los procesos permite detectar posibles errores en tiempo real y establecer medidas de seguridad. Su incorporación ha permitido reducir los errores de medicación a tasas de alrededor de un 0%.
En la segunda mesa, “Sistemas personalizados de dosificación”, Mercè Barau, vocal del Colegio, destacó el papel que juega el farmacéutico comunitario en la mejora de la adherencia a través de una herramienta como son los sistemas personalizados de dosificación (SPD), un servicio que prestan las farmacias de Barcelona desde hace más de 10 años. Uno de los principales puntos fuertes de los SPD en la farmacia son la correcta preparación de la medicación y el favorecimiento de la adherencia al tratamiento y su uso racional así como el valor añadido que supone el seguimiento farmacoterapéutico por parte del farmacéutico comunitario. Por el contrario, su principal punto débil son los recursos humanos que se aportan para realizar estos SPD. Por su parte, Aurelia Garcia, farmacéutica comunitaria y Marc Tarruell, director comercial de HD Medi, explicaron que los robots de dispensación automática aportan una mejora en la preparación y manipulación de los medicamentos con una drástica reducción de los errores. Sin embargo, el hecho de que un robot te permita preparar medicación para un número mucho mayor de pacientes puede ir en detrimento de la capacidad de seguimiento farmacoterapéutico de estos pacientes. Considera que está en manos de cada oficina de farmacia, y de los profesionales que desarrollan su práctica diaria, que destinen recursos y dedicación necesarios, a fin de mantener la calidad en la atención que reciben sus pacientes. Para cerrar la mesa, Joan Antoni Schoenenberger, del Servicio de Farmacia del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida, remarcó que, en relación a los sistemas de dispensación por dosis unitaria, es necesario realizar una revisión de estos sistemas de dosificación ya que no existe un modelo ideal; cada institución debería realizar su propio análisis, identificando qué procesos aportan valor: identificar entonces cuáles son las tecnologías más adecuadas especialmente para mejorar la seguridad y la eficacia y seguir un proceso activo de evaluación continua.
[caption id="attachment_13840" align="alignleft" width="344"] Tomàs Casasín, vocal de Hospitales del COFB, durante su intervención[/caption]
En la tercera y última mesa de la jornada, "Experiencias innovadoras en la mejora de la seguridad en la utilización de los medicamentos", moderada por Tomàs Casasín, Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital de Viladecans y vocal de Hospitales del Colegio, Sergio Plata, residente de farmacia del Complejo Hospitalario de Albacete y Alfredo Montero, residente de farmacia del Hospital Nuestra Señora de Candelaria de Tenerife, destacaron que las redes sociales disponen de un elevado potencial y la tecnología 2.0 permite llegar a mucha más gente y de forma mucho más ágil e inmediata. La difusión de la información no presenta fronteras ni entre países ni entre ámbitos profesionales. Cada red social puede ofrecer opciones diferentes y es necesario saber cuál es más indicada en cada caso y cómo sacarle el mejor provecho siendo crucial la participación e implicación de todos los actores, incluidas las autoridades sanitarias y la industria farmacéutica.
Por último, Enric Macarulla, del centro de simulación 4D Health, presentó el proyecto 4DHealth, una iniciativa que mediante la simulación en un entorno como el real, pretende mejorar las competencias tanto de los profesionales sanitarios como de los propios pacientes/cuidadores, al tiempo que se centra en establecer barreras para no se produzcan de nuevo los mismos errores. tanto los errores no técnicos, es decir, aquellos relacionados con el factor humano (liderazgo, empatía, apoyo a los compañeros, etc.).
Más información y documentación de cada ponencia: Más de 150 profesionales de distintos ámbitos se reúnen para tratar el papel de las nuevas tecnologías en el uso seguro de los medicamentos (vía Gencat)