
Viajar es, seguramente, uno de los lujos más enriquecedores que existen. Conocer nuevas culturas nos nutre de un saber que sólo puede adquirirse visitando la ciudad, el país y/o el continente escogido. Y es que, el hecho de poder interaccionar con otras sociedades distintas de las que vivimos a diario nos permite abrir mente y entender otras perspectivas y visiones totalmente ajenas a las nuestras. Somos afortunados de poder viajar y, por eso, intentamos disfrutar al máximo de cada instante que depara la aventura. Pero, para que así sea, es necesario no obviar diferentes aspectos relacionados con la salud, una serie de precauciones que debe tener en cuenta todo viajero. ¡Toda escapada es y será posible si la salud acompaña!
Con la planificación del viaje hecha, es momento de atender a las distintas cuestiones sanitarias. Ante todo, lo más recomendable es hacer una visita al médico y evaluar el estado de salud en la que uno se encuentra. Es importante asegurarse de que la medicación que se esté tomando se pueda encontrar en el lugar que se visite y, al mismo tiempo, disponer de una seguro médico adecuada. En la maleta no pueden faltar las gafas de sol, el gorro, ni la quema de protección solar y, lo más aconsejable, es llevarse ropa de fibras naturales (algodón, lino), ligera, cómoda, de colores claros, manga y pantalón largo y calzado ancho, para evitar ampollas.
La nutrición y la alimentación son otros temas a tener en cuenta. El agua puede ser un factor de transmisión de enfermedades infecciosas así que, lo mejor, es beber siempre envasada, recién abierta y lavarse los dientes con agua que se sepa que es potable. En cuanto a los alimentos, es importante no comerse de crudos o semicocidos y evitar, lo máximo posible, la fruta sin pelar, los alimentos de los puestos ambulantes, ya que no reúnen las garantías sanitarias suficientes, las mayonesas y las cremas.

Hay que tener en cuenta que algunas vacunas alcanzan su efecto protector al cabo de 15 días o un mes. Al mismo tiempo, en caso de que se viajen a países tropicales, se debe tomar mucha atención con el paludismo, una de las enfermedades más extendida en estos lugares. A pesar de haber regresado del viaje, es necesario seguir tomando la medicación contra esta patología.
Consulta los centros de vacunación aquí: CENTROS DE VACUNACIÓN PARA VIAJEROS
Y, ya para terminar, sabemos qué es la síndrome de la clase turista? En Japón se llama clase económica y debe su nombre al poco espacio existente entre los asientos de esta zona del avión, donde se pueden llegar a pasar muchas horas. La poca movilización puede perjudicar la circulación sanguínea, formando coágulos como:
- Coágulo ilíaco. Afecta a toda la pierna y provoca dolor intenso e inflamación.
- Coágulo femoral. Dolor e inflamación en la zona superior de la rodilla.
- Coágulo de la pierna (zona ventral). Ligera inflamación y dolor leve.
- En las zonas afectadas se forman coágulos que obstruyen el flujo sanguíneo. Una parte del coágulo puede separarse y obstruir fatalmente los pulmones.
Pero, sin olvidar todo lo dicho, sin duda, la mejor recomendación es que se exprima al máximo todas las vivencias que están por venir.
Contenido de la pieza extraído de (y, también, para saber más):
- Viaja con salud (vía Farmaceuticonline)
- La salud del viajero (vía Ágora Sanitaria)
- Los farmacéuticos recuerdan la necesidad de vacunarse antes de viajar a países con riesgo (vía Portalfarma)
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